24 diciembre 2011

El servicio público

Publicado en Mediterráneo el 24 de diciembre de 2011.


Muy probablemente esta sea la última ocasión en la que me asome a esta ventana de opinión como subdelegado del Gobierno de España en nuestra provincia. Desde abril de 2007 he tenido la oportunidad de dirigirme a ustedes desde este espacio, cedido generosamente por el diario Mediterráneo, para comentar diversas cuestiones de actualidad. Lo he hecho siempre, créanme, con la voluntad de fijar posiciones razonadas; con el afán de polemizar sin acritud respecto de aquellos temas que estaban en la agenda política, económica o social de nuestra tierra; con el ánimo de aportar nuevas visiones que enriquecieran el debate sobre nuestro futuro. Porque tengo el convencimiento cierto de que quienes asumimos responsabilidades en la cosa pública estamos obligados a hablar, a dialogar con la ciudadanía para explicar el cómo y el por qué de la acción institucional. Sería pretensión ridícula pensar que he sido capaz de acertar siempre en ese objetivo, para mí esencial de la vida política. Pero les garantizo que esa ha sido mi aspiración.

Hoy, en este momento en el que preparo ya el vuelo a nuevas ocupaciones, me van a permitir referirme a quienes durante los últimos años me han acompañado desde el servicio público, a los empleados y empleadas de la Subdelegación y del resto de departamentos dependientes del Gobierno de España en la provincia de Castellón. Ha sido un privilegio inmenso poder trabajar día a día con estos servidores de la causa pública. Saber de su entrega, de su cualificación, de su voluntad de servicio a la sociedad, de su lealtad para con la ciudadanía.

Son ellos y ellas quienes ponen el Estado, el conjunto de instituciones públicas, a disposición de sus conciudadanos. Quienes hacen posible que las políticas impulsadas desde los distintos gobiernos se conviertan en realidades sustantivas para todo el cuerpo social. Son el alma del Estado democrático, en su doble misión esencial de generador de derechos y garante del cumplimiento de los deberes de todos y de todas.

Por ello, quiero reivindicar aquí y ahora, cuando tantas veces escuchamos que hay que achicar los espacios de lo público, el compromiso de las empleadas y los empleados públicos con la sociedad. La imperiosa necesidad que tenemos de salvaguardar su honorabilidad del comentario apresurado o de la maledicencia interesada. Los funcionarios y las funcionarias y el resto de trabajadores públicos cumplen una misión fundamental en sociedades complejas como la nuestra: no hay democracia ni Estado social sin un servicio público reconocido, respetado y valorado por la ciudadanía.

No de trata, pues, de menos Administración pública sino de mejor, la que sea necesaria para abordar los grandes retos que tenemos. No se trata de menos empleados públicos, sino de que estos puedan cumplir mejor su servicio, ser más eficaces y eficientes en el ejercicio de su misión. La acción pública es una palanca de cambio muy poderosa para avanzar hacia una sociedad más abierta, más libre, más tolerante y más solidaria. Para ello necesitamos de un servicio público que garantice la no exclusión social, la igualdad de oportunidades, el progreso personal de todos y la sostenibilidad de nuestras actuaciones públicas y privadas.

A los casi 4.500 servidores de las distintas administraciones dependientes del Gobierno y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en Castellón, gracias, muchas gracias por su buen hacer diario. Por enseñarme durante estos años su alto grado de compromiso con nuestra sociedad. Por mostrarme el camino acertado en tantas y tantas decisiones. Por su discreción y lealtad. Gracias porque, en momentos de grave dificultad como los que vivimos, han sabido anteponer siempre su sentido del servicio al interés personal.

A todos y a todas, mi reconocimiento como subdelegado y como representante del Gobierno de España en la provincia. Pero sobretodo y especialmente, mi respeto como ciudadano. Mucha suerte, buen año 2012 y hasta siempre.

El valle glaciar de Chamonix. Agosto de 2004.

20 diciembre 2011

Rodríguez Zapatero

Emitido en el programa Castellón en la onda de Onda Cero Castellón el 20 de diciembre de 2011.


Buenos días Lorena:

Hoy va a ser investido como presidente del Gobierno de España Mariano Rajoy. Un mes después de que el pueblo español decidiera con sus votos que el Partido Popular debía asumir la responsabilidad de liderar la vida pública de nuestro país, el Congreso de los Diputados lo elegirá para esa tan digna tarea.

La llegada de Rajoy a La Moncloa supondrá la salida de quien ha ejercido la presidencia de nuestro Gobierno durante los últimos casi ocho años, José Luís Rodríguez Zapatero.

Tal vez, Lorena, no sea aún el tiempo del reconocimiento a la labor desempeñada por el que será desde mañana expresidente. Tal vez las persistentes brumas de la crisis impidan hoy valorar en sus justos términos el trabajo realizado. Pero yo quiero, aún a sabiendas de que a muchos no guste, reivindicar el compromiso de Rodríguez Zapatero con la sociedad española, con la modernización de nuestro sistema institucional y de nuestras infraestructuras productivas, con la profundización de nuestra cohesión social, con la construcción de más igualdad entre hombres y mujeres, con la erradicación de la violencia dentro y fuera de España y con la ampliación de los derechos individuales y colectivos de los ciudadanos y ciudadanas de este país.

Una gran parte de la ciudadanía, incluso entre sus compañeros y compañeras del Partido Socialista Obrero Español, su partido y el mío, expresan hoy su desdén hacia quien ha tenido que liderar nuestro Gobierno durante la zozobra de la más grave crisis que ha sufrido el mundo occidental desde la Segunda Guerra Mundial. Sin duda, ha cometido errores, por acción o por omisión. Y ha impulsado medidas dolorosas, que aún siendo necesarias no han sido comprendidas por quienes tanto habían confiado en él.

Pero tengo para mí, que este hombre honesto y honrado, que situó el buen talante y el diálogo con la modernidad en el eje de las políticas públicas, que decidió hacer por España lo necesario “le costara lo que le costara”, este hombre digo será recordado como un gran demócrata y un gran reformador. Y para mí ha sido, por supuesto, un gran honor representar al Gobierno presidido por José Luís Rodríguez Zapatero en mi tierra y ante mi gente.

A todos y a todas, buena suerte y que la semana les sea propicia. Salud, Lorena, y feliz Navidad.


13 diciembre 2011

Servidores públicos

Emitido en el programa Castellón en la onda de Onda Cero Castellón el 13 de diciembre de 2011.


Buenos días Lorena:

Me vas a permitir que hable hoy desde esta tribuna de los servidores públicos. De los funcionarios y funcionarias y del resto de empleados que trabajan en nuestras administraciones y empresas públicas.

A lo largo de las últimas décadas de convivencia democrática en nuestro país, el servicio público ha conocido un vertiginoso proceso de profesionalización y modernización. Las obsoletas y arbitrarias estructuras administrativas de la dictadura franquista dejaron paso a un Estado de Derecho homologable al de los países de nuestro entorno. Y para su funcionamiento, el desarrollo legislativo de la Constitución ha ido creando una nueva Administración garante del reconocimiento de derechos y del cumplimiento de deberes de la ciudadanía.

Las empleadas y los empleados públicos son el alma del Estado democrático; por ello deben ser valorados por sus conciudadanos. En este tiempo en el que el espacio de lo público pretende ser achicado, es justo reconocer la contribución decisiva de aquellos al desarrollo de nuestra sociedad. Porque, como alguien dejó escrito, “no hay buena sociedad que dure sin una buena administración que la sirva”.

Tengo el convencimiento de que la acción pública es una palanca de cambio muy poderosa para avanzar hacia una sociedad más abierta, más libre, más tolerante y más solidaria. Para ello necesitamos de un servicio público que garantice la no exclusión social, la igualdad de oportunidades, el progreso personal de todos y la sostenibilidad de nuestras actuaciones públicas y privadas.

A quienes hoy enarbolan las banderas de menos Administración, yo les digo, Lorena: no menos sino mejor Administración, la que sea necesaria para afrontar con diligencia los enormes retos que tenemos como sociedad. Ni un empleado público más de lo necesario pero tampoco ninguno menos de lo que requiere la exigencia del momento que vivimos.

Mi agradecimiento sincero a los servidores públicos que trabajan en las distintas administraciones en Castellón, por su entrega y dedicación en beneficio de la sociedad.

A todos y a todas, buena suerte y que la semana les sea propicia. Salud, Lorena.

Windsor, Inglaterra. Agosto de 2005.

10 diciembre 2011

Responsables

Publicado en Mediterráneo el 10 de diciembre de 2011.


A lo largo de los últimos años he reiterado desde esta tribuna la necesidad de situar la responsabilidad pública y personal en el eje de nuestra vida social. Y me va a perdonar usted, querido lector, la insistencia, pero voy a volver a escribir sobre ello. Porque tengo la convicción cierta de que no podremos superar la gravedad del presente sin la asunción de la responsabilidad que atañe a cada uno de nosotros. Es ahí donde radica el tránsito de la individualidad a la ciudadanía, donde anida la virtud ciudadana que nos hace algo más que la suma de individuos o individuas aislados. Por ello las dictaduras de todo tipo pretenden aniquilar la responsabilidad de cada uno bajo el mantra del designio nacional o colectivo; así los ciudadanos se convierten en súbditos sometidos a la arbitrariedad del poder y pierden su condición de agentes activos en la construcción de su proyecto de vida y de futuro en común.

Tal vez el largo y frío invierno del franquismo tenga algo (o mucho) que ver con nuestra esquiva relación con el concepto de responsabilidad. ¿Cuándo fue la última vez que usted escuchó a alguien decir, salvo que sea para apuntarse un éxito, que "soy responsable de que esto o aquello se haya hecho de esta o de aquella manera"? Estoy convencido de que tendrá que hacer muchos menos esfuerzos para recordar quién le dijo que la "culpa" es de su jefa, o de sus trabajadores, o del Gobierno, o del profesor, o de la jueza, o del médico, o del alcalde, o de su hija... o de los mercados, o de Europa, o de los chinos. Siempre hay un aliviadero por el que diluir nuestra responsabilidad, un chivo expiatorio tras el que agazaparse.

El presidente Rodríguez Zapatero asumió hace unos días su responsabilidad en la alta tasa de desempleo que sufrimos. ¿Alguien más, ha escuchado a alguien más responsabilizarse de algo? Curiosamente, en las últimas semanas estamos empezando a vislumbrar que el problema no sólo estaba aquí, en La Moncloa; nos estamos enterando ahora (o eso dicen algunos) que el problema está en Europa. ¡Caramba! Hasta hace unos días la responsabilidad era de uno (Zapatero, claro), y de súbito nos encontramos con que ya no es nuestra sino de la Unión.

Mal, mal andamos. Difícil lo tenemos si no somos capaces todos y todas de asumir lo que a cada uno y a cada una nos corresponde. Y no se trata con ello de exonerar de responsabilidad a gobiernos y banqueros o a cualesquiera otros vectores del poder. En absoluto. Es evidente, por ejemplo, que en el hundimiento del sistema financiero valenciano, con la nacionalización de la CAM y del Banco de Valencia y la absorción de Bancaja en Bankia, el Consell de la Generalitat y los directivos de esas entidades tienen plena responsabilidad, aunque digan no tenerla. Pero es imprescindible que los ciudadanos y las ciudadanas asumamos también las nuestras, como electores, como usuarios, como trabajadores, como clientes…

Si de verdad queremos recuperar el futuro debemos afrontar los retos del presente con la determinación de sentirnos protagonistas de nuestro devenir. Cada uno en su ámbito de acción, ya sea política, institucional, empresarial, profesional, familiar o social. Sólo ciudadanos responsables son capaces de exigir con criterio y legitimidad responsabilidad a los otros. ¿Tiene, acaso, legitimidad para exigir esfuerzos y sacrificios a sus conciudadanos un político que alega ser irresponsable de todo, que dice no tener responsabilidad de nada? ¿Puede demandar virtud a los demás quién no la practica?

Vivimos un momento se severa incertidumbre. Nos esperan años difíciles que no se superarán con paños calientes para alegrar el oído de la concurrencia. Europa está enferma porque han cambiado los equilibrios en el ecosistema socioeconómico y político mundial. Está enfermo nuestro modelo de cohesión social, nacido en un entorno histórico bien distinto. No es sólo cuestión de especuladores financieros, banqueros sin escrúpulos o liderazgos políticos fútiles, que también. Los europeos, así en Bruselas como en Florencia o Castellón, estamos llamados a asumir responsabilidades para renovar nuestro Estado del bienestar y nuestra democracia abriendo nuevos territorios, nuevos marcos, nuevas actitudes, nuevas ilusiones. La crisis de nuestra civilización lo exige. Si no lo hacemos nos espera la oscuridad.

02 diciembre 2011

Vicent Nebot

Emitido en el programa Castellón en la onda de Onda Cero Castellón el 29 de noviembre de 2011.


Buenos días Lorena:

Hace poco más de un mes, en una de las muchas reuniones que he mantenido con alcaldes de los pueblos del interior de nuestra provincia y la Guardia Civil, estuve en Lucena. Al llegar al Ayuntamiento me sorprendió no ver allí al alcalde Vicent Nebot. No se encontraba bien, me dijo Gerardo Beltrán. Una vez concluida la reunión me acerqué a verlo, acompañado del alcalde de Costur, nuestro común amigo Gonzalo Centelles. Vicent estaba agotado aunque seguía teniendo buen aspecto. Hablamos con él durante un tiempo; nos manifestó su preocupación por la recaída, su cansancio por tantas sesiones de quimioterapia. Vicent estaba triste y nos transmitió su dolor.

Este domingo volví a coincidir con Gonzalo en Lucena. Nos abrazamos y recordamos con emoción aquel encuentro. Vicent había muerto. No pudo superar el segundo envite del cáncer en menos de dos años.

Agosto de 2008. Inauguración de las obras de
restauración paisajística del antiguo vertedero de Lucena.
Centenares de amigos y conciudadanos del alcalde Nebot acompañamos a Mari Carmen y sus hijas en ese momento terrible del adiós a un hombre tan especial. Despedimos al amigo, el compañero, al alcalde, al político, al socialista. Lucena lloró la muerte del que durante los últimos 24 años había liderado su vida pública.

Nunca olvidaremos su ironía, su criterio agudo, su sentido común, su sonrisa, su vocación inagotable de servidor público. Y su amor inmenso por Lucena, su tierra y la de los suyos. Aún recuerdo su ilusión, la pasada primavera, al mostrarme la ruta de los Molinos de Agua, por la que tanto había luchado. O su sano orgullo al visitar junto a su amigo del alma, Pepe Fabra, las obras del polideportivo municipal. O la restauración paisajística de la vieja escombrera. O la residencia para mayores. Tantos y tantos sueños de alcalde cumplidos por su tesón, su entrega y su compromiso.

Lucena te llora, querido Vicent. Te lloramos todos. Has sido un gran alcalde y un gran hombre.

A todos y a todas, buena suerte y que la semana les sea propicia. Salud, Lorena.

Con Vicent Nebot y Christina Rodríguez, visitando
la ruta de los Molinos de Agua. Marzo de 2011.