28 junio 2015

Vigilantes

Publicado en Mediterráneo el 27 de junio de 2015

Me decía el otro día un buen amigo que andáramos, desde el gobierno municipal de Castelló, con cuidado. Que extremáramos los sistemas de alerta, de seguimiento, de detección. En todo momento, sin descuido. Y lo decía con vehemencia y preocupación severa. No, no era de los adversarios políticos respecto de quienes debíamos mantener ese estado de vigilancia permanente. Era de nosotros mismos, de nuestra capacidad para responder certeramente a la ilusión con que muchas y muchos habían celebrado la alternancia política en el Ayuntamiento de Castelló de la Plana. La gente, quienes votaron por los partidos que hemos conformado el equipo de gobierno y quienes no lo hicieron, había depositado su confianza en el cambio. Y ese caudal de compromiso ciudadano no podía ser defraudado.

Esa exigencia de mi amigo ha de ser el guión que conduzca nuestra acción de gobierno. No defraudar a quienes imaginaron, durante tantos años, que las cosas podían hacerse de otra manera. A quienes creyeron, muchos, que el ejercicio de la política institucional no podía hacerse desde la renuncia a los límites que la ética pública y el sentido común marcan para el conjunto de la ciudadanía. A quienes reclamaron, tantas veces, que el privilegio y el favor fueran erradicados de la vida municipal de nuestra ciudad.

Por eso hemos puesto en marcha, desde el primer día, gestos y políticas que puedan ser entendidos por nuestros vecinos y nuestras vecinas como antesala de los cambios que han de venir. Hemos reducido significativamente las retribuciones de los miembros del gobierno, hasta en un 30 por ciento para la alcaldesa y el vicealcalde, sin disminuir ni en un euro las del resto de concejales y concejalas. Hemos aminorado la carga que para el presupuesto municipal representaba el personan eventual, los asesores externos. Hemos dejado en uno sólo los cinco coches oficiales a disposición del ejecutivo municipal. Hemos renunciado a los escoltas que acompañaban en todo momento al anterior alcalde. Gestos que marcan caminos distintos y que han de generar economías que van a ser destinadas a atender el estado de emergencia en que viven muchas familias.

Estamos dando ya los primeros pasos para abordar de forma integral el problema de la vivienda que constriñe los proyectos de futuro de tantos conciudadanos. También en lo que afecta a los desahucios, para ayudar a los afectados en la negociación con las entidades bancarias y, si fuera necesario, ofrecerles alternativas habitacionales dignas. Y vamos a contar, para ello, con las organizaciones civiles implicadas en ese compromiso. 

Del mismo modo, hemos comenzado a estudiar otras formas de poner a disposición de la ciudadanía la información que genera la gestión municipal. Para que el control ciudadano sobre la acción gubernamental sea eficaz y el escrutinio de las políticas públicas municipales esté al alcance de todos y de todas.

No somos ingenuos. Sabemos de la dificultad que entrañan los cambios que queremos abordar y, sobre todo, de la exigencia democrática de quienes los demandan. Y vamos a esforzarnos para hacerlos posibles.


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