Publicado en Levante de Castelló el 9 de junio de 2010
Leía el otro día en la prensa que la secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, había presidido el acto de inauguración de unas instalaciones deportivas en Málaga, junto con el alcalde de la ciudad, el conservador Francisco de la Torre. Más de 2.000.000 de euros ha costado la modernización de ese complejo deportivo; más de dos millones financiados íntegramente con cargo al Fondo Estatal de Inversión Local, el conocido como Plan Zapatero para los ayuntamientos.
Asistía la señora Cospedal a ese acto en la ciudad andaluza el pasado fin de semana, horas después de afirmar que “Zapatero se ha gastado 13.500 millones de euros en que tengamos las mejores aceras de Europa a costa de los pensionistas de este país”. Ya ven, algunos tienen una facilidad pasmosa para repicar y estar en misa. Quien dice que el plan del Gobierno para los ayuntamientos es la causa de nuestras desgracias, no duda en hacerse la foto en la inauguración de una de las miles de obras públicas financiadas con ese mismo plan.
Y se hizo la foto y estuvo allí porque sabe que esos 13.000 millones de euros puestos a disposición de los más de 8.000 ayuntamientos de España por el Gobierno en 2009-2010 eran imprescindibles para generar actividad económica y empleo y modernizar los servicios municipales en los momentos más duros de la crisis. Ni uno sólo de los ayuntamientos españoles ha renunciado a un solo euro de ese plan; ni uno sólo.
Podría haberlo comprobado en la ciudad de Castellón, si desde el Ayuntamiento capitalino, a imitación de sus compañeros malagueños, le hubieran invitado a inaugurar alguno de los muchos proyectos financiados con cargo a los 50 millones de euros (más de 8.000 millones de pesetas en dos años) del Plan Zapatero en la ciudad. Podría haber visitado las tres nuevas escuelas infantiles de que disponen los castellonenses gracias al Fondo Estatal; o la nueva escuela municipal de educación y seguridad vial; o las obras para hacer accesibles a los ciudadanos con movilidad reducida muchas de nuestras aceras; o las actuaciones de mejora de la red de abastecimiento de aguas y de saneamiento de la Marjalería; o las nuevas instalaciones deportivas en la Gran Vía y en San Agustín y San Marcos... Podría haber sido informada también de los nuevos proyectos para este año, como el vivero de empresas que se está construyendo en la Ciudad del Transporte, o la mejora de los centros cívicos municipales, o el nuevo sistema de telecomunicaciones de emergencias… y tantos otros proyectos financiados por el Gobierno de España a través del llamado Plan Zapatero.
En la ciudad de Castellón, como en el resto de municipios de la provincia. 165 millones de euros invertidos por el Gobierno que han sido gestionados íntegramente por nuestras corporaciones locales. Han invertido ese dinero en aquello que han considerado oportuno. Les aseguro, con total certeza, que no he escuchado de ningún alcalde la más mínima queja respecto de esos fondos. Porque han sido puestos a su disposición para que los destinen a lo que consideren necesario para sus municipios, con absoluta autonomía; porque han ingresado ese dinero de forma inmediata; porque han podido contratar a empresas de su entorno y no generarles el más mínimo endeudamiento; porque han creado empleo en sus pueblos y ciudades; y porque han podido impulsar proyectos de modernización y sostenibilidad que hubiera sido imposible poner en marcha sin este plan.
María Dolores de Cospedal está en lo suyo. Generar inseguridad, provocar desconcierto, propiciar descrédito para conseguir rédito electoral. Esos 13.000 millones han permitido a miles de empresas de nuestro país subsistir y crear empleo para unos 700.000 compatriotas. Nuestro Gobierno, de acuerdo con lo establecido en las reuniones de los 20 mayores países del mundo y de la Unión Europa, hizo lo que debía de hacer: movilizar todos los recursos posibles para preservar la actividad económica en tiempos de depresión. Los fondos de financiación municipal de 2009 y 2010 son parte de esa estrategia.
Prueba evidente de que el Plan Zapatero abría un camino necesario para la inyección de recursos públicos en la economía es que meses después de comenzar su aplicación el Consell de la Generalitat puso en marcha el llamado Plan Confianza, la versión valenciana del Fondo Estatal.
Tal vez el populismo rampante prefiera hundir al país que contribuir a recuperar la prosperidad. Tal vez, tal vez. Pero sus dirigentes saben que mienten. Que vuelven a mentir. Como lo han hecho en tantos otros temas esenciales para nuestro futuro de convivencia y libertad. Pero aunque lo pretendan, aunque ese sea su plan, no podrán engañar a todos.
Leía el otro día en la prensa que la secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, había presidido el acto de inauguración de unas instalaciones deportivas en Málaga, junto con el alcalde de la ciudad, el conservador Francisco de la Torre. Más de 2.000.000 de euros ha costado la modernización de ese complejo deportivo; más de dos millones financiados íntegramente con cargo al Fondo Estatal de Inversión Local, el conocido como Plan Zapatero para los ayuntamientos.
Asistía la señora Cospedal a ese acto en la ciudad andaluza el pasado fin de semana, horas después de afirmar que “Zapatero se ha gastado 13.500 millones de euros en que tengamos las mejores aceras de Europa a costa de los pensionistas de este país”. Ya ven, algunos tienen una facilidad pasmosa para repicar y estar en misa. Quien dice que el plan del Gobierno para los ayuntamientos es la causa de nuestras desgracias, no duda en hacerse la foto en la inauguración de una de las miles de obras públicas financiadas con ese mismo plan.
Y se hizo la foto y estuvo allí porque sabe que esos 13.000 millones de euros puestos a disposición de los más de 8.000 ayuntamientos de España por el Gobierno en 2009-2010 eran imprescindibles para generar actividad económica y empleo y modernizar los servicios municipales en los momentos más duros de la crisis. Ni uno sólo de los ayuntamientos españoles ha renunciado a un solo euro de ese plan; ni uno sólo.
Podría haberlo comprobado en la ciudad de Castellón, si desde el Ayuntamiento capitalino, a imitación de sus compañeros malagueños, le hubieran invitado a inaugurar alguno de los muchos proyectos financiados con cargo a los 50 millones de euros (más de 8.000 millones de pesetas en dos años) del Plan Zapatero en la ciudad. Podría haber visitado las tres nuevas escuelas infantiles de que disponen los castellonenses gracias al Fondo Estatal; o la nueva escuela municipal de educación y seguridad vial; o las obras para hacer accesibles a los ciudadanos con movilidad reducida muchas de nuestras aceras; o las actuaciones de mejora de la red de abastecimiento de aguas y de saneamiento de la Marjalería; o las nuevas instalaciones deportivas en la Gran Vía y en San Agustín y San Marcos... Podría haber sido informada también de los nuevos proyectos para este año, como el vivero de empresas que se está construyendo en la Ciudad del Transporte, o la mejora de los centros cívicos municipales, o el nuevo sistema de telecomunicaciones de emergencias… y tantos otros proyectos financiados por el Gobierno de España a través del llamado Plan Zapatero.
En la ciudad de Castellón, como en el resto de municipios de la provincia. 165 millones de euros invertidos por el Gobierno que han sido gestionados íntegramente por nuestras corporaciones locales. Han invertido ese dinero en aquello que han considerado oportuno. Les aseguro, con total certeza, que no he escuchado de ningún alcalde la más mínima queja respecto de esos fondos. Porque han sido puestos a su disposición para que los destinen a lo que consideren necesario para sus municipios, con absoluta autonomía; porque han ingresado ese dinero de forma inmediata; porque han podido contratar a empresas de su entorno y no generarles el más mínimo endeudamiento; porque han creado empleo en sus pueblos y ciudades; y porque han podido impulsar proyectos de modernización y sostenibilidad que hubiera sido imposible poner en marcha sin este plan.
María Dolores de Cospedal está en lo suyo. Generar inseguridad, provocar desconcierto, propiciar descrédito para conseguir rédito electoral. Esos 13.000 millones han permitido a miles de empresas de nuestro país subsistir y crear empleo para unos 700.000 compatriotas. Nuestro Gobierno, de acuerdo con lo establecido en las reuniones de los 20 mayores países del mundo y de la Unión Europa, hizo lo que debía de hacer: movilizar todos los recursos posibles para preservar la actividad económica en tiempos de depresión. Los fondos de financiación municipal de 2009 y 2010 son parte de esa estrategia.
Prueba evidente de que el Plan Zapatero abría un camino necesario para la inyección de recursos públicos en la economía es que meses después de comenzar su aplicación el Consell de la Generalitat puso en marcha el llamado Plan Confianza, la versión valenciana del Fondo Estatal.
Tal vez el populismo rampante prefiera hundir al país que contribuir a recuperar la prosperidad. Tal vez, tal vez. Pero sus dirigentes saben que mienten. Que vuelven a mentir. Como lo han hecho en tantos otros temas esenciales para nuestro futuro de convivencia y libertad. Pero aunque lo pretendan, aunque ese sea su plan, no podrán engañar a todos.
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