22 enero 2018

Un pájaro de cuenta (el AVE en #Castelló)

Publicado en Levante de Castelló el 22 de enero de 2018

Poco antes de la navidad de 2010 llegaba a Castelló el primer Alvia desde Madrid. Era el primer tren que recorría ese trayecto en menos de tres horas; más de hora y media por debajo de lo que hasta entonces se empleaba en ir o volver a la capital de España en ferrocarril. Un salto cualitativo y cuantitativo muy importante en la conexión ferroviaria entre ambas ciudades que suponía un ahorro del 40 por ciento del tiempo de viaje.

Del Alvia decían los Fabra (Carlos y Alberto) que era “un tren tuneado”, “un fraude”, “una burla”. Ni siquiera quisieron asistir aquel 19 de diciembre a la llegada del viaje inaugural. No era suficientemente bueno para ellos y enviaron a sus segundos Francisco Martínez y Javier Moliner. ¡Y ganábamos 100 minutos en el trayecto! Y lo que es más importante: ni uno sólo de los cercanías Castelló-Valencia se vio afectado por la incorporación de las nuevas circulaciones. Los Civis empleaban 45 o 50 minutos; el resto, en torno a una hora. Así siguieron haciéndolo hasta que la ocurrencia del tercer carril convirtió ese servicio en una trampa para miles de usuarios y usuarias cada día.

El lunes Mariano Rajoy llegará a la estación de Adif en Castelló a bordo de un AVE. Bien está… Pero mejor estaría si no dedicaran tantos esfuerzos sus delegados comerciales en esta tierra a desdibujar la realidad. El AVE llegará pero a velocidad de Alvia desde Valencia. Llegará para ahorrarnos 20 minutos; en algún caso, menos de diez. ¡Ocho años y 200 millones de euros para ganar algo más que un cuarto de hora! Y llegará condenando al servicio de cercanías de la línea C6 a los peores horarios de los últimos 20 años. 25 de los 41 cercanías que salen a diario hacia Valencia llegan desde hace tres años, y seguirán llegando, más de una hora y cuarto después a su destino. Del resto, ninguno lo hace en menos de una hora. Inadmisible a estas alturas. 

El lunes el tren del presidente viajará entre Valencia y Castelló por las mismas vías que utilizan el resto de convoyes de pasajeros y mercancías en ese trayecto. Es la crónica de un colapso largamente anunciado. Lo saben, lo sabemos todos, pero están entregados (Barrachina y sus compinches) al disimulo descarado y a la sobreactuación vergonzante. No perdamos de vista a este pájaro de cuenta travestido en “AVE Low Cost” porque en estos tiempos que corren nada, o casi nada, es lo que parece. 



04 enero 2018

Mantras y otras mentiras

Publicado en Mediterráneo el 4 de enero de 2018

Durante el último pleno municipal del año, aprobamos, con los votos de PSPV, Compromís y Castelló en Moviment, las ordenanzas fiscales del Ayuntamiento de Castellón para el 2018. La nueva normativa va a permitir rebajar la presión de la fiscalidad municipal a la inmensa mayoría de las y los contribuyentes.

El impuesto sobre los bienes e inmuebles, el IBI, reducirá la recaudación en torno a 1,3 millones de euros por la rebaja de los valores catastrales solicitada por el gobierno municipal al Ministerio de Hacienda y por la disminución del tipo de gravamen en más de siete puntos al IBI urbano y en cerca del 25% al IBI rústico. Además, se van a incrementar de forma muy notable las bonificaciones al IBI social, cultural y medioambiental hasta situarlas en el máximo permitido por la ley.

Se reducirá, también, el gravamen del impuesto a las construcciones y obras (ICIO) y se congelará la tasa de basuras, a pesar de la subida de los costes que asumirá el consistorio.

Insiste la derecha en el mantra de la subida de impuestos de este gobierno. Insiste de forma torticera a sabiendas de que esa afirmación responde más a su voluntad de desgastar al gobierno municipal que a una argumentación certera sobre la realidad. La inmensa mayoría de los contribuyentes a la hacienda municipal va a notar una rebaja en la presión fiscal; esto es así, le guste o no le guste a la oposición.

Tan solo los 251 inmuebles ubicados en el puerto verán incrementarse el IBI durante 2018, la mayor parte de ellos por debajo de los 25 euros. Es bueno que sepa la ciudadanía que de las 18 ciudades españolas con puertos de interés general solo cuatro tienen un IBI portuario por debajo del nuestro. Quieran o no, seguiremos trabajando por una fiscalidad más justa y equitativa.