Hoy comienza en el Congreso la tramitación de la ley que regule la eutanasia. A iniciativa del PSOE y con, parece, apoyos suficientes para llegar a ser aprobada en unos meses. Confiemos en ello para dar oportunidad a quienes malviven en el dolor de elegir una muerte digna. Se oponen las derechas extrema y extremada, con sotana o sin ella. Porque denigra a la persona, dice Cañizares. Lo que denigra es vivir sin vivir la esperanza de la liberación. Lo que realmente espanta a quienes niegan ese derecho es que alguien pueda decidir sobre su vida o su muerte, más bien sobre su dignidad. Ando estos días trasteando con el libro de Corey Robin La mente reaccionaria, un recorrido sobre el conservadurismo desde Burke hasta Trump. La reacción conservadora ante la pérdida del poder, que consideran asunto propio. Y, especialmente, del poder en la esfera privada, en lo íntimo, en la familia, en la empresa, en la pareja. "Históricamente, los conservadores han buscado detener el avance de la democracia tanto en la esfera pública como en la privada, basándose en la idea de que el progreso en una de ellas espolea necesariamente el progreso en la otra." Por eso se oponen a regular la eutanasia, como lo hacen con todo aquello que aspire a erradicar el machismo, por ejemplo. No es su libertad lo que los mueve sino la extensión de la libertad a otros, temerosos de que eso acabe por limitar y cuestionar su poder. En fin. Esta vez no podemos perder la oportunidad de conquistar un derecho tan esencial para nuestra dignidad. Por más que les pese. Confiemos.
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