#Infodemia. Es la palabra que comienza a cobrar vuelo impulsada por la pandemia del #coronavirus. Para Gutiérrez-Rubí "podemos definirla como un cúmulo de datos publicados por los medios de comunicación o redes sociales y convertidos en un proceso patológico que se comporta como una enfermedad. Es la primera epidemia de las redes. La infodemia es la perversa combinación de rumorología y noticias falsas acompañadas de un mensaje de odio". No es un término nuevo. La OMS lo lleva empleando ya hace un tiempo. Su director general, Tedros Adhanom, decía recientemente: "En la OMS, no sólo estamos luchando contra el virus; también estamos luchando contra los troles y los teóricos de la conspiración que impulsan la desinformación y socavan la respuesta al brote." En la era de las falsas noticias, la propagación de #COVID19 es una oportunidad única para empoderar a la mentira y el engaño que no desaprovechan personas sin escrúpulos o sabelotodo sin límite. Como dice bien Julián Marquina: "se ha pasado de la toxicidad de la infoxicación, y que puede tener un carácter individual, a una epidemia informativa colectiva". Así que andemos con tiento y no nos convirtamos también en propagadores involuntarios de bienintencionadas percepciones personales convertidas en dogma de fe o, directamente, de bulos malintencionados lanzados por arribistas indecentes de todo pelaje. Protejámosnos de la viralidad del virus y de las mentiras que medran a la sombra de su corona. Buen día.
24 marzo 2020
22 marzo 2020
#COVID19: No caer en las provocaciones
Hace bien el Gobierno progresista en no caer en las provocaciones de las derechas en este tiempo de #coronavirus. De Torra a la marquesa de Casa Fuerte, pasando por Ayuso y Abascal, están ellos en sacar tajada partidaria de la pandemia a costa de las izquierdas gobernantes. Añade eso tensión, dudas y crispación entre la ciudadanía y debilita la respuesta contra el enemigo colectivo. Pero es lo de menos si al final los engaños, las sobreactuaciones y los fuegos de artificio consiguen confundir a la ciudadanía asustada e indisponerla contra el Gobierno de Sánchez. Seguro que se han cometido errores en la gestión y que ha habido indecisiones, claro. Como dice Fernando Vallespín con claridad meridiana: "ya sabemos que aquí y en otros lugares se impuso la duda frente a la resolución. No porque no se viera venir el peligro —China nos lo mostró en toda su crudeza—, sino porque en una democracia hay que cubrirse de razones antes de limitar derechos. Precisamente porque estos se respetan, no como en las dictaduras." Tengo la certeza de que ninguno de cuantos hoy se apuntan a la bronca tiene solución mágica para el desastre, ni ausencia de dudas, ni afán superior que otros por atender las exigencias del bien colectivo. Apuestan por crispar porque es así cómo entienden la política, ya sea en Pedralbes o en la Castellana. Termina Vallespín: "Claro que cabe la crítica, si no perderíamos nuestra misma identidad democrática, pero sin perder de vista quién es el verdadero enemigo y cómo derrotarlo unidos." Pues eso. #EsteVirusLoParamosUnidos
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