Hace ya casi un siglo que cada 12 de octubre, en todos los acuartelamientos de la Guardia Civil se honra a la Virgen del Pilar como patrona del Cuerpo. Es vuestra fiesta grande. También es la fiesta de cuantos os respetamos y estimamos. Permitidme que, al comienzo de esta intervención, manifieste mi recuerdo sentido a los españoles víctimas del fanatismo terrorista dentro y fuera de nuestras fronteras. Por todos ellos, guardias civiles, policías, militares destacados en el exterior, y ciudadanos en general, seguiremos trabajando para erradicar la sinrazón de quienes hacen del terror su forma de vida.
En Castellón la gente os quiere. Ve en los y las guardias civiles el compromiso del Estado con la defensa de su vida y de sus bienes, con su voluntad de progreso, con su anhelo de libertad. Los hombres y las mujeres de Burriana o de Morella, de Montanejos o de Rosell, de la Alcudia de Veo o de Oropesa tienen el convencimiento de que vuestra presencia, vuestro trabajo, vuestra dedicación son imprescindibles para construir su proyecto de vida.
El Gobierno de España lo sabe. Y va a seguir implementando las políticas necesarias para que el servicio que prestáis sea cada vez mejor, para que contéis con los medios adecuados y para que seáis cada vez más eficaces dando seguridad a la ciudadanía.
Queda ya muy lejos aquel 12 de septiembre de 1844 en el que la Guardia Civil llevó a cabo su primera acción policial evitando el asalto, a la altura de Navalcarnero, de la diligencia de Extremadura. O la creación, el 7 de abril de 1902, de la sección de Velocipedistas del Cuerpo de la Guardia Civil. O el primer dispositivo de seguridad con guardias civiles de paisano establecido en octubre de 1903 en la feria de Baena para detener al bandolero Manuel López el Vizcaya.
La Guardia Civil se ha convertido, a lo largo del tiempo, en una policía integral reconocida en todo el mundo por vuestra profesionalidad, por vuestra capacidad de intervención y por vuestro alto grado de formación para afrontar y resolver los conflictos. Así os lo reconocemos también en nuestra tierra. Porque sabemos que constituís, junto al Cuerpo Nacional de Policía, el núcleo esencial del servicio público policial que el Estado debe ofrecer a la sociedad.
1.505 hombres y mujeres formáis hoy la plantilla de la Guardia Civil en Castellón. Sois 500 más que hace apenas cuatro años. Contáis con recursos materiales y tecnológicos adecuados para combatir la delincuencia y prestar vuestros servicios de auxilio a los ciudadanos.
No obstante, a pesar del gran esfuerzo de actualización de catálogos y equipamientos de los últimos años, el Gobierno va a continuar reforzando vuestra capacidad de actuación. En 2010, en un entorno presupuestario manifiestamente austero, el Ministerio del Interior incrementará en más del 3 por 100 sus recursos financieros para implementar las políticas de seguridad, con más de 5.800 millones de euros.
En línea con ese compromiso del Gobierno, a lo largo de este año hemos puesto en marcha la construcción de los nuevos cuarteles de Morella y Oropesa y se han reanudado las obras del de l’Alcora, después de años de parálisis. Así mismo, hemos dado por concluida la reforma integral del cuartel de Vilafamés, y muy pronto se hará lo propio con el de Segorbe. Quiero aquí agradecer la colaboración de la Diputación y de los ayuntamientos de estas últimas localidades, imprescindible para la culminación de esas obras de reforma. Sin duda, la cooperación leal y eficaz de las distintas administraciones del Estado, en este como en cualquier otro ámbito, es la mejor forma de atender las necesidades de los ciudadanos.
La puesta en servicio de esas nuevas instalaciones y la paulatina remodelación y actualización de las ya existentes permitirá ofrecer un mejor servicio público policial en nuestras comarcas. La importancia de este conjunto de actuaciones, a las que se unirán los cuarteles de Onda y Almassora, pendientes de licitación, y el de Vilafranca, cuyo proyecto ha sido ya redactado, cobra su alcance real si recordamos que la última reforma integral de un cuartel de la provincia se inauguró en 1996 y que el último cuartel de nueva construcción que entró en servicio lo hizo en 1986.
Vuestro trabajo diario y vuestra profesionalidad han permitido rentabilizar en beneficio de la sociedad el esfuerzo del Gobierno por dotados de más efectivos y mejores medios. Gracias por habernos permitido disminuir la tasa delincuencial en la provincia en los últimos años. Vosotros, guardias civiles, y los hombres y mujeres del Cuerpo Nacional de Policía en la provincia, sois los verdaderos artífices de esa tendencia favorable en la lucha contra el delito.
Gracias por ello. Y gracias por el ejemplo de compromiso y de entrega en momentos tan difíciles como los que vivimos a finales de julio en las tierras del Palancia o hace apenas unas semanas en la Plana. Permitidme que reconozca expresamente aquí el trabajo de los muchos guardias civiles que lucharon esforzadamente para proteger a la ciudadanía de la fuerza destructora del fuego y del agua.
Este año estamos celebrando el quincuagésimo aniversario de la constitución de la Agrupación de Tráfico. 50 años de compromiso con la seguridad vial en nuestras carreteras. 50 años trabajando para que nos sintamos más seguros y para que prevalezcan los derechos de todos frente a la irresponsabilidad y la falta de civismo de algunos. Permitidme pues que exprese mi agradecimiento, el del Gobierno y el del conjunto de la sociedad a los hombres y mujeres del Subsector de Tráfico de esta Comandancia. Nuestro reconocimiento a vuestra inestimable labor en la prevención de la siniestralidad vial y el control del tráfico; a vuestro trabajo humanitario de asistencia y ayuda a quienes sufren el dolor, a menudo irreversible, del asfalto. Reconocimiento, también, al alto grado de formación y especialización científica y tecnológica de vuestros equipos de reconstrucción de accidentes, esenciales para que la Justicia pueda establecer las responsabilidades derivadas de los siniestros en la carretera. Vosotros y vosotras, guardias de la Agrupación de Tráfico tenéis mucho que ver en el descenso continuado de la inseguridad vial en el último lustro.
Sirva este agradecimiento público a la labor del Subsector para significar el alto grado de formación y capacitación de las distintas especialidades que prestan su servicio en esta Comandancia. La Unidad de Policía Judicial, la Intervención de Armas y Explosivos, los servicios de Protección de la Naturaleza, Fiscal, Marítimo, Cinológico y de desactivación de Explosivos o el Equipo de Atención al Inmigrante.
Comandante Soler, muy pronto continuarás tu trayectoria profesional en Valencia. Tengo la seguridad de que te llevarás de esta Comandancia el recuerdo de la amistad y del trabajo bien hecho. Sin duda tu alta cualificación profesional se habrá visto enriquecida por la experiencia vivida entre nosotros. Gracias por tu compromiso y mucha suerte.
Esta semana tomará tu relevo el comandante Gálvez. Tomás, vas a iniciar una nueva etapa en tu ya dilatada vida de servicio en la Guardia Civil. Saben de tu capacidad en la compañía de Burriana, que has comandado en los últimos años, y en el norte de la provincia, donde trabajaste durante largo tiempo. Tu experiencia va a ser fundamental en el nuevo tiempo que comienza para esta Comandancia.
También tú, querido Miguel, teniente coronel Fresneda, nos dejas. El año pasado, en este mismo acto, terminé mi intervención despidiéndome de ti. Ninguno de los dos imaginábamos entonces que hoy compartiríamos de nuevo esta celebración de la patrona. Sé que donde vayas aportarás lo mucho y bien que sabes para hacer cada vez más eficaz al Instituto. Mucha suerte, Miguel.
Coronel Díez-Cubelos, durante los últimos cuatro años has sido tú quien has intervenido en este acto como jefe de la Comandancia de Castellón. Hoy estás aquí preparando el traslado hacia tu nuevo destino como jefe de la Comandancia de Granada. Quiero expresarte públicamente el reconocimiento del Gobierno de España al excelente trabajo que has realizado al frente de la Guardia Civil en nuestra provincia.
En lo personal, José Manuel, poco más puedo decirte que no sepas. Han sido muchas horas de conversación guiadas por la sinceridad, la discreción y la serenidad de criterio. Muchas preocupaciones compartidas, decisiones contrastadas e ilusiones perseguidas. Gracias, especialmente, por haberte conducido siempre con lealtad institucional y, también, personal. Gracias porque ese es, para mí, el supremo valor de la amistad. Seguiremos hablando, coronel, y no dudes de que continuaremos discutiendo sobre nuestro siglo XIX, convencido como estoy de que andas buscando argumentos para rebatirme.
En las próximas semanas el teniente coronel Cabello tomará posesión del cargo que tú has ejercido con tanto acierto. Su expediente lo acredita como excelente profesional y no dudo de que sabrá mantener el nivel que tú has dejado.
A todos cuantos habéis sido condecorados, enhorabuena. Entended este acto como muestra de gratitud por vuestro compromiso con la sociedad. Llevad con honor la medalla que la Benemérita os ha entregado.
Deseo expresar también mi gratitud a aquellas personas que han dedicado toda su vida al servicio público desde el cuerpo y que ahora se encuentran ya retirados o en la reserva. Estos veteranos son el ejemplo que debéis seguir los guardias más jóvenes; su experiencia, su profesionalidad y su dedicación deben serviros de guía en vuestra labor profesional.
Me dirijo ahora a vosotros y vosotras, a los familiares de los guardias de esta Comandancia. Sabed que este Instituto no sería lo que es sin vuestro apoyo, sin vuestro callado sacrificio. Sentid el legítimo orgullo de pertenecer al Cuerpo que desde hace 160 años vela por la seguridad de los españoles.
Voy a terminar ya agradeciendo a quienes hoy nos acompañáis vuestra presencia. Y a vosotros y vosotras, hombres y mujeres de la Guardia Civil, instaros a que perseveréis en la consecución del compromiso colectivo de servicio, de ayuda a los demás, de proximidad y colaboración con la sociedad a la que servís.
Gracias a todos y a todas y buen día de la Pilarica.
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