02 octubre 2008

Discurso pronunciado con motivo de la celebración del Día del Cuerpo Nacional de Policía en Castelló de la Plana el 2 de octubre de 2008

De nuevo estamos aquí para celebrar el día de los Ángeles custodios, patrones de la Policía. Gracias a todos y a todas por acompañarnos en este acto que sé entrañable para cuantos formáis parte del Cuerpo Nacional de Policía y de los cuerpos generales adscritos.

Vivimos un tiempo convulso que abona las incertidumbres respecto del tiempo por venir. Por ello es radicalmente necesario que los poderes públicos refuercen su compromiso con los ciudadanos para que estén y se sientan más seguros.

El Estado tiene el deber de garantizar la seguridad de la ciudadanía en todos los órdenes de la vida. Es su razón de ser. Y ha de hacerlo sin menoscabar los otros valores máximos que apuntalan nuestro modelo de convivencia. Porque es cierto que sin seguridad no hay ni libertad, ni felicidad, ni igualdad, ni justicia. Pero no lo es menos que hemos de ser libres, felices, iguales y justos para que la seguridad cobre sentido. Lo contrario nos convertiría en mujeres y hombres huecos, vacíos de humanidad. Ese debe ser el objetivo último del buen Gobierno.

Con ese convencimiento el Gobierno de España está decidido a trabajar más y mejor para que la ciudadanía pueda ejercer todos sus derechos libremente, con dignidad y sin miedo. Para que los ciudadanos sientan y construyan su futuro responsablemente y sin temor a verse privados de su felicidad. Todas las políticas públicas impulsadas desde el Ejecutivo tienen esa misión. Y, por supuesto, las políticas de seguridad ciudadana. Por ello en 2009 se mantendrá el esfuerzo presupuestario que ha permitido en los últimos cuatro años incrementar en casi un 50 por 100 los recursos públicos destinados a garantizarla.

La gente de esta tierra también quiere y merece vivir confiada, sentirse segura. Esta misma semana el alcalde de Castellón decía, en la celebración del patrón de la policía local, que Castellón ha crecido, se ha hecho grande sin dejar de ser una ciudad tranquila, segura. Gracias comisario por el esfuerzo que estáis haciendo para que así sea. Gracias a todas y a todos los que un día decidisteis ofrecer lo mejor de vosotros mismos para que vuestros conciudadanos vean respetados sus derechos y su libertad. Gracias por hacerlo, en muchas ocasiones, aun a costa de vuestra propia seguridad.

Mirad, los 230.000 habitantes que hoy conforman la población de Castellón y Vila-real exigen una apuesta firme y continuada por un servicio público policial moderno y eficaz. A lo largo del último trienio se ha experimentado una notable reducción de las tasas de criminalidad en ambas ciudades. Quiero agradecer por ello el trabajo desarrollado por los diferentes servicios policiales y, especialmente, por el Cuerpo Nacional de Policía. Vuestro sacrificio, vuestra entrega y vuestra profesionalidad nos hacen sentirnos razonablemente seguros.

En esa tarea ejemplar, lo sabéis, contáis con el respaldo incondicional del Gobierno. Un compromiso que se concreta en más y mejores medios personales, tecnológicos y organizativos y en nuevas infraestructuras. En enero de este año se ha ampliado notablemente el catálogo de personal de la Comisaría provincial. Hemos pasado de una plantilla de 265 policías a 390, lo que supone un incremento del 50 por 100. Estamos ahora en el proceso de asignación de efectivos que nos permitirá completar ese catálogo en los próximos meses y que se concretará a comienzos de noviembre con la incorporación de nuevos policías de carrera a las comisarías de Castellón y Vila-real. De esta forma, en poco tiempo, cerca de 600 hombres y mujeres, policías y funcionarios de los cuerpos generales, prestarán su servicio en la Comisaría Provincial del Cuerpo Nacional de Policía.

Hace unos días las máquinas comenzaron a trabajar en el solar donde va a ser levantado el nuevo edificio que acogerá la Jefatura provincial. Es esta una infraestructura fundamental para que el servicio que prestáis a la comunidad cobre una nueva dimensión. Los castellonenses, y vosotros mismos, merecíamos ya disponer de una comisaría moderna, digna, equipada con los servicios necesarios para atender la demanda de una sociedad avanzada. En 2010, esa aspiración justa y razonable de la gente de Castellón, será ya una realidad que abrirá un nuevo tiempo policial en nuestra ciudad.

Esa voluntad del Gobierno de proveer de infraestructuras de calidad a los servicios policiales castellonenses se ha manifestado este año con la apertura de las nuevas dependencias del DNI. Más de 800 metros cuadrados y toda la tecnología para expedir el documento nacional de identidad electrónico y el pasaporte a miles y miles de hombres y mujeres. Quienes prestáis ese servicio a los ciudadanos debéis sentiros satisfechos por vuestro buen hacer y por las nuevas condiciones de trabajo. Los funcionarios y las funcionarias de los cuerpos generales contribuís de forma esencial a la mejora continua del servicio público policial en nuestra provincia.

Comisario, los profesionales que tienes a tu cargo son un ejemplo de responsabilidad y entrega. Ellos son los principales responsables de los éxitos obtenidos durante estos años contra la delincuencia. Seguiréis trabajando, día a día, para que nos sintamos más seguros, para salvaguardar nuestra integridad y nuestros derechos y para que vivamos sin miedo al terror fanático, a la violencia, al abuso o a la discriminación. Gracias a todos y a todas por vuestro compromiso con la sociedad castellonense.

Quiero ahora dirigirme a los policías que están culminando su formación en la Comisaría Provincial. Quiero expresaros mi reconocimiento. Cuando ingresasteis en la Academia asumisteis la responsabilidad de ser policías. Esa decisión os honra porque, desde el servicio público, vais a dedicar lo mejor de vosotros a trabajar por vuestros conciudadanos y, especialmente, por los más vulnerables, a proteger sus derechos y sus vidas, a ayudarles a construir su futuro y el de sus hijos sin temor a los abusos de otros. Tenéis una noble misión y para cumplirla la sociedad, a través del Estado, os otorga la autoridad y la fuerza necesarias. Haced buen uso de ello; hacedlo como os ha enseñado durante meses la Policía de Castellón. Tenéis el enorme privilegio de compartir esta experiencia con un equipo de profesionales admirable. El comisario jefe Marti, el comisario Moreno y el resto de mandos, oficiales y agentes de nuestra Comisaría os han mostrado mejor que nadie el sentido de las palabras compromiso, lealtad, convicción y respeto. Sé que no lo vais a olvidar.

Enhorabuena a los que hoy habéis sido condecorados. Vosotros personalizáis como nadie el espíritu de servicio, abnegado y anónimo, de la policía.

Termino. No puedo olvidar aquí a los compañeros y las compañeras que perdieron su vida o su salud defendiendo los derechos y las libertades de todos nosotros. Y a quienes sintieron el dolor y el desconsuelo de no verlos regresar a sus hogares. A todos, de corazón, muchas gracias.

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