Intervención en el Pleno municipal de Castelló el 15 de septiembre de 2016 con motivo del debate sobre el estado de la ciudad.
Este es el primer debate sobre el estado de la ciudad que se celebra tras el cambio político producido en este ayuntamiento en junio del pasado año. Hace 15 meses, pasadas las elecciones, PSPV, Compromís y Castelló en Moviment acordamos constituir un gobierno de progreso para Castelló. Y lo hicimos mediante la negociación y el pacto, buscando espacios de entendimiento desde la divergencia, anteponiendo el interés general a los matices que legítimamente nos diferencian. El Pacte del Grau, así conformado, se convirtió en el argumento central de las políticas públicas que tenía que impulsar el nuevo ejecutivo municipal liderado por Amparo Marco.
Quiero pues, en nombre del GMS y de la ciudadanía, agradecer a ambas fuerzas políticas su voluntad de compartir con nosotros este camino. A Compromís, por sumar para gobernar. Por hacerlo con lealtad y con convicción plenas. A Castelló en Moviment, por sumar para crear espacios de consenso desde la crítica constructiva. Créanme si les digo que este año largo ha servido para entender más y mejor el sentido íntimo de la democracia, la razón del entendimiento, del debate, de la argumentación aún desde el disenso. El trabajo exigente para acercar posturas.
Es evidente que no ha sido fácil y que hemos cometido errores en los procesos de toma de decisiones. Saber dónde hay que llegar no siempre garantiza saber cómo hacerlo. Por eso hemos ido adecuando y mejorando los mecanismos de coordinación entre el gobierno y su aliado en el pleno. Y seguiremos haciéndolo.
Fruto de ese entendimiento han sido medidas de notable impacto social y político. En ámbitos tan diversos como la mejora del transporte público, la atención a la emergencia social, la transparencia y la rendición de cuentas o las políticas de igualdad. Durante estos meses se ha abierto por primera vez en este ayuntamiento una línea específica de actuación en materia de empleo. Por primera vez, también, nuestro transporte público tiene un billete único. Por primera vez el gobierno, la oposición y la ciudadanía tienen acceso pleno a la información presupuestaria municipal. Por primera vez esta ciudad va a contar con un plan estratégico. Por primera vez se han introducido criterios sociales en la contratación de cuentas bancarias o de pólizas para garantizar nuestra liquidez. Por primera vez vamos a aprobar en este Pleno, en los próximos meses, el Plan territorial de emergencias de esta ciudad, instrumento esencial para coordinar la respuesta ante situaciones de dificultad colectiva. Por primera vez vamos a incorporar la mirada de género en nuestros presupuestos. Por primera vez la administración municipal ha contabilizado, fiscalizado y pagado las obligaciones contraídas en relación con las fiestas. Por primera vez hemos iniciado un procedimiento de compra pública innovadora... Y hemos abierto nuevas líneas de trabajo para poner a las personas que están en situación de mayor vulnerabilidad en el centro de las prioridades de las políticas municipales.
Sabemos Xavi, Anna, Iñaki, Paz que queda mucho por hacer. Y que, a menudo, donde nosotros vemos falta de realismo, vosotros veis exceso de pragmatismo. Esa es una dialéctica productiva que hemos de saber preservar con mutua lealtad. Es esa tensión la que, sin duda, consolidará el cambio que todos queremos.
He de agradecer, así mismo aquí, el talante constructivo de la oposición del grupo de Ciudadanos y su voluntad de aportar ideas y argumentos para mejorar el bienestar de la ciudadanía. Gracias.
Resulta muy caro para algunos comprender que esta forma de gobernar sea posible. Para ellos negociar, pactar, consensuar, concertar no conjugan con gobernar. Prefieren hacerlo con mandar, ordenar, imponer o dictar. Lo monocorde y lo monocromo. La vía única, la mirada única, el pensamiento único.
Son los mismos y las mismas que han decidido abandonar una y otra vez el territorio de la verdad y la razón para instalarse en el delirio. Ni pizca de arrepentimiento por lo hecho, ni asomo de sonrojo por lo que sabemos. Partido Popular en versión premium.
Lamento no poder agradecerle al GMP ni su contribución, ni su colaboración, ni su lealtad en la gobernación de Castelló durante este año. Créanme que lo siento. Pero es imposible. Miren, todas las campañas que han activado contra el ejecutivo municipal se han basado en la mentira y en el oportunismo. Da igual que se tratara del comedor del padre Ricardo, de la presencia policial en el Grao o de los váteres públicos que tiene previsto instalar el gobierno en la ciudad en los próximos meses. Los váteres, los retretes señora Carrasco. Una campaña edificante la suya. Algo huele mal en su combativa fijación contra ese servicio público habitual en tantas ciudades.
Y más aún huele su agitación contra la restitución del servicio de limpieza de nuestras calles. Será porque vendieron en 2012 que estaban optimizando los recursos públicos cuando en realidad habían recortado las prestaciones del servicio, castigando especialmente a los barrios periféricos. Y será que les molesta que este gobierno haya inyectado 1,5 millones de euros anuales para recuperar los servicios perdidos.
Para hacer hay que poder y también querer. Nosotros tenemos la determinación de modernizar la gestión municipal. Sabemos que estamos muy lejos de los estándares que exige una administración moderna en relación con la ciudadanía. Mucho. Lo siento cada vez que entro en esta casa y veo las colas de ciudadanos y ciudadanas esperando su turno para ser atendidos por los empleados del registro general, apoyados en las paredes o sentados en las escaleras del hall. Sencillamente inaceptable. Han sido lustros de desidia que no hemos podido todavía revertir. Mientras pedían al Gobierno de España edificios y locales sin cuenta renunciaban a una estrategia realista de modernización, ampliación y dignificación de los espacios destinados a la prestación de los servicios municipales. Gastaron 18 millones de euros en el asilo en tiempos del alcalde Gimeno y no hicieron nada mientras pudieron. Quedaban cinco años para que estallara la crisis, cinco. Poco les importaban los ciudadanos y menos las empleadas y los empleados públicos. Tanto es así que ni uno sólo de los edificios municipales ha contado hasta ahora con un plan de emergencias. Ni uno. Esta semana hemos finalizado el del Palau de la Festa y muy pronto tendremos listo el de la Pérgola. Y continuaremos hasta cubrir esa exigencia esencial.
Cuestión de voluntad política y de prioridades. Así es. Por eso hemos desbloqueado en 11 meses la concesión de la licencia de obras para la ampliación del Hospital Provincial. ¿Recuerdan? Seis años después de que se presentara la solicitud por parte del Consorcio Hospitalario. En reiteradas ocasiones los técnicos municipales advirtieron de la necesidad de subsanar deficiencias. Ni los responsables del hospital ni los responsables del ayuntamiento fueron capaces de reconducir este asunto, a pesar de su incidencia social. Eso sí, fueron bien rápidos en desplegar el correspondiente cartel para sacar rëdito electoral. Nada nuevo, ciertamente.
Miren durante este año hemos confirmado lo que ya sabíamos. La desidia en la gestión del patrimonio público de esta ciudad. No les importó modernizar esa gestión, hacerla más eficaz. O quizás lo que les importó fue hacerla ineficaz, opaca al escrutinio público. Y no es esta una cuestión menor. Aún recuerdo las sesiones que con distintas empresas especializadas en la implementación de sistemas avanzados de gestión del patrimonio hemos tenido y la sensación de bochorno al enumerar los ayuntamientos con los que llevaban años trabajando. No quisieron hacerlo. Ahora lo vamos a hacer nosotros, con el impulso del mismo equipo técnico que no pudo hacerlo antes. Aquellas carpetas de gomas azules de las que hablé hace unos meses en esta misma tribuna no formaban parte de una figura retórica. No vamos a consentir que el patrimonio de esta ciudad, el patrimonio de todas y de todos los castellonenses esté al albur del sentido de la decencia de sus gobernantes. Y por eso queremos que se gestione como se hace en cualquier ciudad de nuestro entorno socioeconómico. Para que no se pierdan cuadros por los pasillos...
Ha sido durante este año, también, en marzo, cuando el Tribunal Supremo ratificó la anulación del PAI Mestrets, paradigma de los despropósitos megalomaníacos del urbanismo que se ha promovido desde el ayuntamiento y del autismo legal en que se instaló su gobierno. Porque no queremos que esta ciudad persista en el desbarajuste urbanístico al que le condujo el mal gobierno estamos trabajando intensamente en un nuevo plan general. Un plan para un urbanismo participativo, realista, coherente y prudente. Estamos hablando con los actores sociales, explicando y escuchando para construir entre todos y todas un Castelló para las personas.
Entrelazar el tejido urbano, unir, integrar, igualar las oportunidades de nuestras vecinas y vecinos independientemente de donde vivan. Necesitamos para ello repensar el transporte público en nuestra ciudad. Garantizar su complementariedad y su sostenibilidad medioambiental y financiera y multiplicar su alcance. Estamos poniendo en marcha ya nuevos servicios derivados de ese cambio conceptual, unificando tarifas, creando líneas regulares nocturnas y recuperando y ampliando antiguas líneas perdidas. E impulsando medidas de justicia redistributiva como los bonos Activa't para personas en situación de desempleo. En este ámbito tiene especial relevancia la modernización y extensión del BiciCas, esencial en la estrategia de movilidad del gobierno, y la apuesta por la intermodalidad y la codecisión de la ciudadanía en la implantación del servicio.
Les reitero, como siempre, la disponibilidad del GMS para sumar voluntades y unir esfuerzos de todos aquellos que estén persuadidos de que un Castelló más creativo, más justo, más sostenible, más abierto y más solidario es posible. Ese es el único camino que merece la pena transitar para encontrar nuestro futuro colectivo. Ahí siempre estaremos las y los socialistas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario