21 enero 2022

Memoria en la ciudad

Escribió Hannah Arendt acertadamente que "la ciudad es una memoria organizada". No puede por ello extrañar que la significación del espacio público ciudadano, sus calles, sus plazas, sus monumentos, sea campo de discusión recurrente, también de imposición. Es ese espacio el que proyecta entre la ciudadanía la identificación de los valores públicos que deben ser reconocidos como propios por la sociedad. El que contribuye a establecer una memoria colectiva sobre la historia y el proyecto compartido por esa comunidad ciudadana. No es pues cuestión trivial el nombre, las palabras que damos en el reconocimiento de los espacios urbanos ni de los hitos que los identifican. El panteón democrático, las referencias que ayudan a cimentar los valores de la democracia y de la convivencia, se levanta también sobre esos nombres y su significación. Cuando se eliminan del callejero o de recordatorios públicos los nombres de Miguel Hernández o Joan Fuster, o cuando se recupera el nombre del crucero Baleares (que protagonizó el bombardeo de civiles en la Desbandá de Málaga en 1938) se pretende significar el espacio ciudadano con referencias contrarias a la democracia. Y organizar la memoria en ese sentido.

Hanna Arendt, 1958. Münchner Stadtmuseum, Sammlung Fotografie. Compartido con licencia Creative Commons Attribution-Share Alike 4.0 International


20 enero 2022

Es la bronca lo que les anima

Llevo estos días entre manos el libro de Julián Casanova Una violencia indómita: el siglo XX europeo (Crítica, 2020). Muy recomendable el recorrido que hace, desde una óptica transnacional y comparada, de los distintos ciclos de violencia que han recorrido las sociedades europeas desde finales del siglo XIX. Muchas ideas que nos facilitan el entendimiento de dinámicas que perviven hoy alentando la inestabilidad y favoreciendo estados de ánimo antidemocráticos, así en las élites como en amplios sectores sociales. Un argumento atraviesa el relato de Casanova: el embrutecimiento cultural y político que generan esos ciclos violentos, la dificultad, cuando no la incapacidad, para reorientar y absorber esas culturas de la violencia en la construcción de la convivencia tras años de normalización del odio hacia el otro. La violencia física, en el extremo de la aniquilación total en un lado; pero también la violencia política y verbal que imposibilita el debate razonable y la búsqueda de acuerdos hasta llevar la vida pública a un nivel de toxicidad irrespirable. Los hay, digo, tan establecidos en ese clima tóxico, llevan tanto tiempo instalados en el exceso verbal y en la camorra política que no son capaces de entender su acción pública más allá de la agitación perpetua. Es la bronca lo que les anima, lo que da razón a su presencia. Y así en muy difícil.

Denis-Auguste-Marie Raffet. La Barbarie et Le Choléra-Morbus Entrant en Europe. 1831. En el dominio público, via Wikimedia Commons.


19 enero 2022

¡Arda Troya!

Cuatro de las seis comunidades que van a tener mayor participación en la distribución de los fondos europeos para la recuperación están gobernadas por el PP. Los gobiernos de estas comunidades, como todos los gobiernos autonómicos y locales, han presentado para su financiación por estos recursos aquellos proyectos que han considerado convenientes para favorecer la recuperación postpandemia. Todos ellos, como el Gobierno de España y las iniciativas privadas, lo han hecho de acuerdo con el catálogo de políticas financiables establecido por los organismos de la Unión, que serán los que en última instancia supervisarán su cumplimiento. Y el PP, con Vox, ha decidido torpedear todo ello alegando que no les dejan decidir y que todo es muy oscuro. Que con este gobierno comunista [sic] todo lo que venga de Europa no servirá para nada más que para comprar votos y voluntades empresariales. Dijo ayer un portavoz de la Comisión Europea que este, el de España, es el único caso en el que desde un país se hace campaña contra los fondos que van a ese país. No extraña. Recordad en los primeros meses pandémicos, cuando empezaba a hablarse del plan europeo de recuperación, a Casado recorriendo Europa para advertir que cada euro que llegara a España sería un euro desperdiciado en manos comunistas [sic]. Dice la RAE de estupidez que es la "torpeza notable en comprender las cosas". No es el caso. Los casadistas comprenden perfectamente la importancia para nuestro país de que lleguen esos fondos, pero no quieren que lleguen si eso puede favorecer la modernización del país y su recuperación. No lo quieren. ¡Arda Troya!

Francisco de Goya. El aquelarre o El gran cabrón. 1820. Museo del Prado.


18 enero 2022

Vale la pena leer a Piketty

Publica hoy La Vanguardia una interesante entrevista a Thomas Piketty que merece unos minutos de lectura. No dice ahí nada nuevo respecto a lo que lleva tiempo argumentando, y demostrando sesudamente con datos y análisis, el economista francés pero es una buena aproximación a lo esencial de su discurso. El valor político y económico de la igualdad como motor de desarrollo social y factor determinante para la estabilidad. De cómo las políticas y la cultura neoliberal puestas en marcha en los 80 están en el núcleo de la incertidumbre y la fractura social que vivimos. De que no hubiera habido prosperidad en el Norte sin pobreza en el Sur, ricos muy ricos sin pobres cada vez más pobres, a nivel planetario y en cada una de nuestras sociedades. De la necesidad imperiosa de políticas fiscales transnacionales eficaces para distribuir la riqueza y sostener los instrumentos públicos (sanidad, educación...) que garantizan la igualdad. Y de políticas que impulsen la participación social en la gestión de la propiedad. Parecen verdades de perogrullo, a estas alturas, pero son verdades necesarias que deben orientarnos si queremos encontrar razón de futuro. Vale la pena leer a Piketty.



12 enero 2022

Vacunas para todas

Publica El País un artículo de la abogada africana Safura Abdool Karim con por título "La mutación del apartheid de las vacunas contra la covid". Suficientemente expresivo el título y muy recomendable el artículo. Abunda en la idea, de evidencia palmaria, de que "hasta que todos en el mundo tengan acceso a la vacuna, nadie estará a salvo." Verdad de perogrullo que he reiterado desde aquí y a la que desde el Norte seguimos resistiéndonos a entender. O la entendemos pero nos da igual. Cuando la variante ómicron saltó a la actualidad en Sudáfrica nos apresurados a cerrar fronteras con el Sur, es nuestra forma de girar la cara para no ver la realidad. E iniciamos a toda prisa las vacunaciones de refuerzo. En el último mes el volumen de contagios en Europa y América del Norte ha crecido de forma exponencial. La OMS advierte de que las próximas semanas van a ser peores en todo el mundo. Seguiremos, en nuestro Norte, vacunándonos; y seguirá el Sur esperando de nuestras sobras para poder vacunarse convertido en reservorio para nuevas mutaciones del virus que acabarán saltando fronteras que solo a los humanos conciernen. Sé que nuestros gobiernos no pueden renunciar a proteger a sus poblaciones si disponen de los medios para ello; pero sé también, sabemos, que el modo más eficaz de hacerlo sería afrontar la pandemia como lo que es, un problema de los humanos de todo el mundo. Y que hasta que así no sea afrontado no será resuelto. Esto no es ni ingenuidad ni utopismo, es puro realismo y esencial pragmatismo.

Erick Kaglan. Healthcare worker provides vaccination. Costa de Marfil, 2021. World Bank Photo Collection. Compartida bajo licencia Creative Commons CC BY-NC-ND 2.0



11 enero 2022

Transición verde y desconcentración

La transición verde se puede abordar desde dos alternativas. Una, dando continuidad a las grandes concentraciones de producción incorporando las tecnologías necesarias para la descarbonizacion sin alterar la deriva hacia lo macro de la última fase del capitalismo. Grandes agregados de producción, distribución y comercialización de energía, información, manufacturas, productos alimentarios... Tal vez así se consiga la sostenibilidad ambiental; creo, sin embargo, que esta vía conduciría a una sociedad cada vez más desigual, económica y territorialmente, y más inestable, en términos políticos y de convivencia. Dos, aprovechar las posibilidades que ofrecen esos mismos recursos tecnológicos y la revolución conceptual que vivimos para impulsar la desconcentración, favoreciendo redes de pequeña y mediana producción en un ecosistema socioeconómico de distribución y consumo más fluido y responsable que implicara a la ciudadanía en la construcción de un nuevo modelo de convivencia más justo. Que lo macro sea hoy necesario no impide abrir el debate y proyectar las líneas de construcción del futuro en un sentido alternativo a lo prescrito desde determinados púlpitos. Ya sabemos que las salchichas no vienen de una impresora 3D, como un ilustre nos recuerda estos días a los urbanitas; y sabemos, también, que garantizar nuestra seguridad alimentaria no es cuestión sencilla, especialmente si aspiramos a preservar los principios morales que inspiran nuestra democracia y a garantizar un futuro vivible. No, abrir este debate no es ir contra las pequeñas y medianas empresas ganaderas, que, por cierto, han abandonado por millares su actividad en Europa ante el avance de la producción industrial de carne. Solo el desconocimiento de lo que nos estamos jugando o el cortoplacismo interesado explican la voluntad de negar la evidencia. A mí también me gusta el chuletón, el morro de cerdo y el pollo con patatas, y poner el aire acondicionado en verano, y repostar mi coche donde me venga en gana. Me gusta, pero no por ello puedo dejar de ver y entender que el mundo en el que quiero seguir viviendo y el que dejaremos a quienes vienen después que nosotros necesita de miradas distintas y compromisos certeros. Y estos difícilmente los vamos a encontrar en las cantinelas de siempre.

Estrategia de la granja a la mesa, de la Comisión Europea.



05 enero 2022

Los méritos de Almudena

No sé cuáles son los méritos previstos por el ayuntamiento de Madrid para nombrar a una persona hija o hijo predilecto de esa ciudad. Francamente, no es asunto que me desvele. Veo que en la nómina publicada por Wikipedia aparecen Plácido Domingo y Julio Iglesias y, a título póstumo, Rafael de Penagos, Arturo Soria y Beltrán Osorio. Será discutible que Almudena Grandes merezca ese reconocimiento; a unos nos parecerá bien, y a otras mal. Es más, es probable que carezca de sentido que quienes no seamos madrileños entremos en el tema. Lo que ha dado relevancia al asunto, desde fuera de la M30, es la zafiedad con la que Almeida y la derecha lo han tratado desde el momento mismo de la muerte de la escritora. La forma chusca de actuar, las declaraciones del alcalde  Almeida, su justificación estúpida de la aceptación final del nombramiento. Ese afán por marcar lejanía con el sentido común y abrazar los argumentos ultras. Nada de lo que puedan hacer para agitar el lodo queda fuera de su voluntad. En Madrid y fuera de allí.

Almudena Grandes, escritora. Real Academia Española. 2019. Vía flickr. Compartida con licencia Creative Commons CC BY-NC-ND 2.0


03 enero 2022

Superricos

Hace diez años el patrimonio de las dos personas más ricas del mundo, Carlos Slim Herum y Bill Gates, rondaba los 47.000 millones de euros. No era poca cosa, una magnitud similar a la riqueza nacional de países como Angola o Ecuador en 2011. Hoy esa cantidad no les permitiría estar entre las 25 mayores fortunas del mundo. Y es que, crisis económica y pandémica mediante, los más ricos del planeta son hoy mucho más ricos que hace una década. Han cambiado algunos nombres pero la nómina de los super ricos sigue viendo crecer sus super patrimonios. Gates ha multiplicado su riqueza por 2,6 hasta llegar a los 121.000 millones. Lejos, sin embargo, de los 241.000 millones de Elon Musk o los 170.000 de Jeff Bezos, las dos mayores fortunas del mundo. Para saber de qué estamos hablando: la riqueza personal de Musk es mayor que los PIB de países como Colombia o Finlandia; la de Bezos supera el de Grecia. Y si sumamos el patrimonio de los 10 más ricos acumulamos una riqueza superior al PIB de Rusia. Escalofriante.

Steve Jurvetson. Elon Musk at the 2019 Tesla Annual Shareholder Meeting. Vía Wikimedia Commons. Compartida con licencia Creative Commons CC BY 2.0