La de hoy es una jornada histórica para todos nosotros porque, por primera vez, celebramos la festividad de la Merced en Albocàsser, en el nuevo Centro Penitenciario Castellón II, que cumple ahora su primer año de vida. Y, aunque siempre es difícil y complicado poner en marcha un centro de estas características, creo que podemos decir, sin caer en la autocomplacencia, que las cosas han ido razonablemente bien durante este tiempo, gracias a la profesionalidad del personal que presta servicio en estas instalaciones, al buen hacer del equipo directivo que encabeza Ana Acosta y a las políticas impulsadas por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias del Gobierno de España.
Decía el presidente Azaña que “La libertad no hace felices a los hombres, los hace sencillamente hombres”. Yo creo que don Manuel estaba en lo cierto; la libertad convierte a los seres humanos en hombres y mujeres en toda su plenitud. No ha de sorprender que hablemos de libertad en un centro penitenciario. Porque todos tenemos ante nosotros un reto importante: conseguir que el mayor número posible de internos e internas alcance su plenitud como hombres y como mujeres una vez hayan cumplido su pena. Ayudar a los reclusos a reconocer sus errores, a rectificar y a poner rumbo hacia una vida de plenitud ciudadana, de compromiso social, supone un reto apasionante del que nuestra sociedad no puede abdicar. Debemos contribuir a que se sientan nuevamente hombres y mujeres libres.
Decía antes que Castellón II cumple su primer año de existencia. Un corto pero intenso trayecto, que os ha permitido poner en funcionamiento con la máxima eficacia esta infraestructura penitenciaria. A pesar de la complejidad del proceso, la normalidad ha sido la tónica dominante en el día a día de Castellón II, un centro que ya cuenta con 1.649 internos, 205 de los cuales realizan un trabajo remunerado. De estas personas que gozan de un puesto de trabajo y de un sueldo, 50 trabajan para las cuatro empresas externas que se han instalado en los talleres productivos de la prisión.
El trabajo es importante, sin duda, pero también lo es la formación. Por ello, 310 internos están siguiendo un curso de formación laboral que cuenta con distintas especialidades como lavandero-planchador, viverista, jardinero, electricista, soldador o informático a nivel de usuario. El objetivo final no es otro que la reinserción de estas personas en el mercado laboral, una vez que hayan cumplido condena que les ha conducido a prisión.
El sistema penitenciario español mantiene a los presos y penados en los centros en condiciones de dignidad, a lo que contribuye, sin duda, la práctica del deporte. En este centro de Albocàsser se hace más visible esta circunstancia, por tratarse de unas muy modernas instalaciones deportivas perfectamente equipadas, en las que alrededor de 450 internos practican varios deportes: fundamentalmente fútbol, fútbol-sala y pelota valenciana.
Castellón II es la novedad del último año en la provincia, pero no nos podemos olvidar del veterano centro de Castellón I, dirigido con gran acierto por Olga Ballesteros y su equipo. La prisión de la carretera de l’Alcora ha sufrido históricamente un problema de sobrepoblación. En la actualidad acoge a un total de 776 internos, una cifra importante, sin duda, pero inferior a la que se registraba hace tan sólo unos meses. Respecto a abril de 2009, se ha producido un descenso de la población reclusa de casi el 6%. Ahora Castellón I cuenta con 70 presos menos que el pasado mes de abril.
Sucede que España tiene una muy elevada población penitenciaria, sobre todo si comparamos nuestra realidad con la de otros países europeos de nuestro entorno. Esta elevada cantidad de internos tiene que ver con las particularidades del sistema judicial español, y con la eficacia del trabajo policial desarrollado por el Cuerpo Nacional de Policía y por la Guardia Civil. El generoso trabajo de los integrantes de ambos cuerpos está permitiendo reducir significativamente las tasas de criminalidad y aumentar de forma importante el índice de eficacia policial y la cifra de detenidos.
Como no podía ser de otro modo, a los funcionarios y funcionarias de Instituciones Penitenciarias que prestáis servicio en Castellón I y en Castellón II quiero agradeceros en nombre del Gobierno de España, y del conjunto de la sociedad, la extraordinaria labor que desarrolláis.
La gente no sabe mucho de las prisiones, ni de quien en ellas trabajáis a diario. Quizá porque no quiera saber; quizá porque vivimos en una sociedad que prefiere negar la evidencia de lo que no gusta. Por eso debéis reivindicaros; debemos reivindicar la dignidad del servicio público penitenciario. Sin vuestro trabajo la sociedad sería mucho menos libre, porque, sencillamente, sería mucho menos segura. Gracias por vuestro compromiso con todos nosotros, por tanto esfuerzo, por tanta dedicación. Por ser capaces de superar los retos emocionales del quehacer diario; o las incomprensiones generadas por avatares desgraciados.
Sin vuestra profesionalidad nuestros centros penitenciarios no podrían afrontar los múltiples programas rehabilitadores que están en marcha. Como los conveniados por Castellón I con la Universitat Jaume I, que permiten el desarrollo del practicum de los alumnos de Psicología y Derecho en el propio centro penitenciario o la realización de trabajos de los condenados en beneficio de la comunidad.
O la colaboración con la Agencia para la Mediación y la Integración y la Convivencia Social del Ayuntamiento de Castellón para poner en marcha programas de intervención con internos extranjeros.
Otras entidades como Cruz Roja, Patim, Proyecto Amigó o Pastoral Penitenciaria también colaboran con nuestras prisiones, a través de diversas actividades y programas. Hoy, en Madrid, el ministro Rubalcaba está entregando a la Fundación Patim, en la persona de su presidente Francisco López, la medalla de plata al Mérito Social Penitenciario como reconocimiento público a la importantísima tarea que realizáis.
Quiero dar las gracias a todas las asociaciones e instituciones que ayudan a los centros penitenciarios de la provincia de Castellón a poner en marcha una amplia gama de actividades rehabilitadoras a favor de los presos. Muchas gracias por vuestro compromiso. A vosotros, y a las empresas que colaboran para que los internos puedan disfrutar de un trabajo remunerado intramuros.
Para concluir quiero personalizar mi admiración y agradecimiento hacia todos vosotros en los servidores públicos a los que ahora se les hará entrega de las menciones honoríficas, gracias a Antonio Carretero, Santiago Rincón, Julio Blázquez, Emilio Llanos, Ester Guzmán, José Luis Martín y Manuel Burgos. Representáis los valores de compromiso y vocación de servicio en los que todos creemos.
Buenas tardes, mucha suerte y feliz día de la Merced. Muchas Gracias
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