#pspvlalternativa - La realidad es tozuda por mucho que
Fabra y sus afines se empeñen en ocultarla tras mentiras y fabulaciones sin cuenta. Ha sido ponerse en marcha la Justicia después del paréntesis canícular y...¡zas! vuelven las gaviotas a revolotear por los juzgados. Que sí un día aparecen
Camps y
Barberá en la antesala de la imputación por urdidores necesarios del caso Noos. Que sí otro se abre el juicio oral por el saqueo de los fondos de ayuda al desarrollo a la camarilla de
Rafael Blasco. En fin, y estamos a 4 de septiembre. Tiempo suficiente para que también el INEM nos recuerde dónde estamos: en la comunidad en la que 5.000 nuevos ciudadanos y ciudadanas engrosaron las listas del paro mientras que
Rajoy,
Cospedal y sus corifeos proclamaban agosto como el mes de los prodigios por haber reducido en 31 el número de desempleados registrados en toda España. Y dice el Molt Honorable que vamos bien y que cualquier día de estos la CV estará otra vez en disposición de retomar su papel de locomotora de Occidente y de ofrendar, como sólo aquí sabemos, nuevas glorias a España. ¡Pena que
Berlanga no esté ya entre nosotros! Recuerdo que
Zaplana (tiene mérito que este hombre siga a salvo de los mil y un casos que tienen al PP al pie de los juzgados) hablaba a finales de los 90 de esta como la tierra de las oportunidades, inspirado por su ideólogo de cabecera, Rafael Blasco (sí, el mismo del saqueo). Y, desde luego, lo consiguió. Oportunidades sin fin para sí y los suyos... y ruina, dolor y vergüenza para el resto. Llevamos años los socialistas valencianos clamando contra tanta indecencia, sabiendo que el hundimiento económico y social del País es inseparable del hundimiento moral y político que han traído esta gente. Desde la convicción de que no habrá futuro sin regeneración democrática, de que no habrá recuperación económica sin el restablecimiento de una moral pública respetable, con instituciones respetadas por la intachable reputación de quienes en ellas asuman el encargo del pueblo para gestionar sus asuntos. No es cosa de Fabra, ni siquiera de Camps o Zaplana, es cosa de un partido y unos gobiernos convertidos en trituradora de derechos y de oportunidades ciudadanas y en multinacional del aprovechamiento ilícito y del saqueo de lo público. A estas alturas creo ya que nuestro futuro, el de todos y el del País Valenciano, es radicalmente incompatible con la continuidad del PPCV al frente de nuestras instituciones de autogobierno.
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