Publicado en Mediterráneo en marzo de 2010
Hace unos días, el pasado viernes 12 de marzo, el director general de Turespaña Antonio Bernabé anunciaba en Castellón la aprobación por parte del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio del interés turístico internacional de las fiestas de la Magdalena. Una excelente noticia que culminaba nuestra semana festera.
El Gobierno de España ha sido, una vez más, sensible con las demandas y las aspiraciones de la sociedad castellonense. Apenas dos semanas después de ser recibido el expediente en el ministerio, las fiestas de Castellón fueron reconocidas por las autoridades turísticas españolas como fiestas de interés internacional.
Enhorabuena al Ayuntamiento de Castellón. Al grupo municipal socialista, que presentó inicialmente la propuesta a la que se sumaron el resto de grupos municipales. Al equipo de gobierno, que preparó la documentación acreditativa y gestionó convenientemente el proceso. Enhorabuena, por supuesto, a los entes festeros, a la Junta de Festes, a las gayatas, las collas, els Cavallers de la Conquesta y demás entidades cívicas. Y a toda la ciudadanía de Castellón, protagonista principal de nuestra fiesta fundacional.
Como hiciera la Entrada de toros y caballos de Segorbe en diciembre de 2005, la Magdalena se une a una nómina privilegiada que comparte con los carnavales de Cádiz y de Tenerife, la Feria de Abril de Sevilla, las Fallas de Valencia, los Sanfermines, los Moros y cristianos de Alcoi, la Semana Santa de Valladolid, Málaga o Cartagena, el Misteri d'Elx o la Romería del Rocío, entre otros. Una nómina de 40 propuestas festivas que nos referencia en el mundo y que figura en la agenda promocional de Turespaña a través de su red de oficinas en el exterior.
El Gobierno ha apostado por Castellón. Ha situado las fiestas de la Magdalena en el frontispicio de la oferta turística de la marca España en el mundo. Una confianza que exige de todos nosotros reciprocidad. Porque esa decisión no es un fin en sí misma. Es el comienzo de un nuevo tiempo para la fiesta castellonera. Un tiempo de más exigencia, de más imaginación y de más compromiso.
La Magdalena internacional demanda ser repensada. Fiesta popular como pocas, necesita de nuevos argumentos para singularizarse en un universo en el que compiten infinidad de productos turísticos. Argumentos de calidad, de liderazgo, de diferenciación que pongan en valor el carácter participativo, cívico y esencialmente mediterráneo del ciclo magdalenero.
Ahora es el tiempo de los emprendedores y de las emprendedoras. En las instituciones y en la empresa. El pueblo que llena las calles de Castellón en sus fiestas y las ha hecho internacionales exige que sean motor de riqueza y escaparate de modernidad en un mundo cada vez más competitivo. Es, pues, el momento de que todos los actores que participan de la fiesta, desde los hosteleros a los pirotécnicos, los festeros, los promotores turísticos, los restauradores, los agentes culturales, las instituciones, la sociedad toda redefina su voluntad de mostrarnos ante el mundo a través de la fiesta. Y que lo hagamos pensando en quien ha de venir, en quien ha de elegirnos para gozar de su tiempo entre nosotros.
Hemos abierto una ventana al mundo que no podemos defraudar. Una nueva ventana de oportunidad. Otros han emprendido este camino con acierto. Sólo de nosotros depende que las fiestas de interés turístico internacional de la Magdalena nos ayuden a construir un futuro mejor. Hagámoslo sin perder más tiempo ofuscados entre los fantasmas que, a menudo, nos atenazan.
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