12 octubre 2007

Discurso con motivo de la celebración del día de la patrona de la Guardia Civil en Castelló de la Plana el 12 de octubre de 2007

José Manuel, amigos y amigas, permitidme que comience este parlamento con un recuerdo de emoción sincera. Hace ya tres meses, en Sant Mateu, la mirada triste y abatida de aquel niño y de sus familiares. Y el gesto contenido de muchos de vosotros esa tarde. Era el dolor por la pérdida de José Luis, muerto en la carretera mientras servía a la sociedad.

No tengo mejor forma de expresaros mi admiración y mi respeto que recuperar de mi memoria aquella tarde. Vuestro himno habla de valor, de lealtad, de firmeza, de amor; y eso fue lo que muchos vimos ese día de julio en vosotros. Gracias a José Luis. Gracias a cuantos formáis parte de esta Comandancia por estar siempre al servicio de la sociedad castellonense y por hacerlo con tanta generosidad. Y gracias, por supuesto, a las familias que dais aliento a estos hombres y mujeres ejemplares.

Han pasado casi 150 años desde que Miguel Moreno, primer capellán castrense del Colegio de Guardias Jóvenes Duque de Ahumada de Valdemoro, colocara en su capilla una imagen de la Virgen del Pilar. Y más de 90 años desde que la Pilarica fuera declarada oficialmente patrona de este Benemérito Instituto.

A lo largo de este tiempo los españoles y las españolas hemos protagonizado un apasionante viaje en busca de más libertad, de mayor progreso y de mejores oportunidades. No ha sido fácil; nunca lo ha sido para ningún pueblo. Pero hoy nos sabemos y nos reconocemos como una nación pujante, abierta, dialogante y con pasión y vocación de futuro. Una nación de todos, que todos construimos día a día y por la que todos y todas trabajamos y luchamos. Es la España diversa, dinámica e integradora que hemos heredado de generaciones de hombres y mujeres que, antes que nosotros, lucharon por vivir con dignidad y en libertad.

En ese esfuerzo colectivo, la Guardia Civil ocupa un lugar de honor. Vuestro sacrificio y vuestra profesionalidad nos da más libertad, más seguridad y más confianza. Esto lo sabemos bien la gente de Castellón.

Este verano, vuestra presencia y vuestro buen hacer han desbaratado los planes criminales del terrorismo etarra. Lo hicisteis en Torreblanca. Aún recuerdo, teniente coronel, tus palabras serenas en el mediodía de aquel 19 de julio adelantándome lo que muy pronto se iba a confirmar.

Y lo volvisteis a hacer en les Coves de Vinromà. La imagen de devastación en aquel olivar no se me olvidará. Ni la expresión grave del teniente coronel Altamirano y del capitán Rico y de las decenas de hombres y mujeres que el Instituto desplegó inmediatamente en la zona. Vosotros, como nadie, sabéis del dolor que provoca la sinrazón y el fanatismo terrorista, venga de donde venga. Todos os estamos agradecidos.

El Gobierno de España sabe que la sociedad os admira y os quiere. Sabe que la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía estáis en la vanguardia de ese proyecto de construcción democrática que protagonizamos día a día los españoles. Por ello está empeñado en el reforzamiento y la modernización del servicio público policial.

A lo largo de esta legislatura que ya termina, el presupuesto destinado a la Guardia Civil se ha incrementado en más del 41 por 100, con un esfuerzo inversor sin precedentes. La Comandancia de Castellón es buena prueba de ello, como ya ha adelantado el teniente coronel. En tres años nuestra plantilla habrá crecido en más de 300 efectivos, lo que nos está permitiendo crear tres nuevos puestos principales y seis nuevos equipos de policía judicial en distintos municipios de la provincia.

Más guardias y con mejores infraestructuras. En los próximos meses estaremos en condiciones de licitar las obras de cinco nuevos acuartelamientos y se ha encauzado ya el proyecto de otros cuatro. Además de las obras de mantenimiento y modernización que, con la ayuda de la Diputación y los ayuntamientos, estamos llevando a cabo en el resto de casas-cuartel de la provincia.

A las infraestructuras físicas hay que añadir el gran esfuerzo que se ha realizado en la modernización del equipamiento técnico y tecnológico de la Guardia Civil en Castellón. Hoy disponemos de vehículos y embarcaciones adecuadas a las exigencias de una sociedad del siglo XXI. Y de instrumentos de seguimiento, control y coordinación muy eficaces en la lucha contra las nuevas formas de delincuencia y en la protección y salvaguarda de los derechos de la ciudadanía.

Todo ello nos ha permitido frenar decididamente el incremento de las tasas delincuenciales experimentado en los primeros años de esta década, trasladando a la sociedad castellonense un sentimiento de mayor seguridad y confianza en el servicio público policial.

Debéis sentiros satisfechos por el trabajo que estáis realizando. Los ciudadanos y las ciudadanas de esta tierra lo están. Sabemos que queda mucho por hacer, pero no dudéis de que el Gobierno tiene el convencimiento de que para progresar más y mejor España necesita de una Guardia Civil moderna, avanzada y eficaz. Por supuesto para garantizar la seguridad ciudadana. Pero no sólo para ello. Vuestro carácter de policía integral os convierte en referente en el conjunto de políticas de seguridad impulsadas por el Gobierno. Estáis ahí, trabajando para garantizar más seguridad vial, más seguridad medioambiental, más seguridad informática, más protección ante las catástrofes.

Hace apenas unas semanas lo demostrasteis ejemplarmente en el incendio de l’Alcalatén. 350 guardias civiles participasteis en los trabajos necesarios para proteger la vida de nuestros conciudadanos de les Useres, Costur, Alcora, Atzaneta, Llucena y Figueroles.

No quiero terminar esta intervención sin expresar mi gratitud a aquellas personas que han dedicado toda su vida al servicio público en el Instituto y que ahora se encuentran ya retirados o en la reserva. Estos veteranos son el espejo en que debéis miraros los guardias más jóvenes; su ejemplo, su experiencia, su profesionalidad y su dedicación deben serviros de guía en vuestra labor profesional.

A todos cuantos habéis sido condecorados, enhorabuena. Entended este acto como muestra de gratitud por vuestro compromiso con la sociedad. Al fiscal Arias y al inspector Mancebo, querido José Luis, llevad con honor la medalla que la Benemérita os ha entregado.

Éste, José Antonio, teniente coronel Altamirano, es un día del Pilar especial para ti. Pronto partirás hacia otro destino. Durante estos años hemos podido disfrutar de tu amistad y de tu entrañable discreción. Estoy convencido de que tu valía humana y profesional te convertirán en un excelente jefe de Comandancia allá donde vayas. Suerte y ánimo.

Recuerdo el día que Juan María Calles me confirmó la llegada de un nuevo teniente coronel a Castellón. Venía con acreditada solvencia policial y organizativa. Hoy, José Manuel, estamos recogiendo ya los frutos de tu probada capacidad profesional. Déjame reconocer públicamente tu lealtad personal e institucional y tu compromiso con esta tierra.

Voy a terminar ya agradeciendo a quienes hoy nos acompañáis vuestra presencia. Y a vosotros y vosotras, hombres y mujeres de la Guardia Civil, instaros a que perseveréis en la consecución del compromiso colectivo de servicio, de ayuda a los demás, de proximidad y colaboración con la sociedad a la que servís.

Gracias a todos y a todas y buen día de la Pilarica.

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