Este año Raúl, Fernando y Juan Manuel no podrán celebrar el día de la Pilarica, de la patrona de la Guardia Civil. Hoy Raúl, Fernando y Juan Manuel no formarán en su acuartelamiento para vivir con sus compañeros y compañeras y con sus familias esta fiesta de hermandad y reconocimiento. Al grito fascista de “viva la muerte” fueron asesinados por la vileza de quienes siguen empeñados en someter nuestra libertad y en quebrantar violentamente nuestros derechos. Raúl Centeno, Fernando Trapero y Juan Manuel Piñuel murieron por servir a nuestra democracia frente al fanatismo etarra. Para ellos y para sus familias, nuestro recuerdo y admiración. Para los terroristas, el mayor de los desprecios.
Por más que lo intenten no podrán suplantar la voluntad de los demócratas. La fortaleza de nuestro Estado de Derecho acabará con esa forma necrófila y totalitaria de entender la vida. Ellos lo saben. Y nosotros también. Saben que más pronto que tarde serán derrotados y la libertad prevalecerá por encima del terror.
José Manuel, quiero trasladaros la sincera gratitud de la sociedad castellonense por vuestra abnegada voluntad de servicio hacia la comunidad de la que formáis parte. “Todo por la Patria”, se lee en los cuarteles de la Guardia Civil. Esa patria somos todos, somos los hombres y mujeres que sentimos y queremos nuestra tierra y nuestra forma de ver y entender el mundo. Esa patria es nuestra democracia, nuestra justicia social, nuestros derechos, nuestra libertad, nuestra dignidad. Gracias por defender, en definitiva, nuestro sentido de ciudadanía.
Hoy, como en tantos otros cuarteles de toda España, nos congregamos aquí para celebrar con la Guardia Civil el día de la Patrona. Es también el momento de manifestar el reconocimiento de la gente hacia vosotros. Los ciudadanos y las ciudadanas quieren que sepáis que os necesitan. Os necesitan muchas mujeres, que siguen sufriendo esa otra forma de terrorismo que es la violencia machista; os necesitan los jóvenes que no quieren sentir la coerción de quienes hacen del comercio ilícito e inmoral de la droga su medio de vida; os necesitan los agricultores que confían en la integridad de sus cosechas y de su entorno para seguir cuidando nuestro mundo rural; os necesitan los conductores para garantizar su seguridad vial. Os necesitamos todos y todas para poder seguir construyendo en paz y en libertad nuestro proyecto de vida.
Sé que así lo sentís a diario, en vuestro contacto permanente con miles de personas en nuestras carreteras, en nuestros montes, en pueblos y ciudades. Y, fijaos, en pocos asuntos encuentro tanta unanimidad entre los alcaldes de la provincia como en esto: el reconocimiento a vuestra admirable labor benemérita y policial.
El Gobierno de España es plenamente consciente de ello. Por eso ha impulsado en los últimos años un poderoso programa de incremento y modernización de recursos humanos y materiales para dar respuesta adecuada a la demanda de seguridad de nuestra sociedad.
La voluntad política de un Gobierno se expresa en los Presupuestos Generales del Estado. Así, y a pesar de las medidas de contención del gasto público provocadas por la adversa situación económica mundial, el presupuesto del Ministerio del Interior para 2009 crecerá en un 2,7 por 100 respecto de 2008. De este modo se mantendrá el esfuerzo sostenido de los últimos años que ha supuesto pasar de los 6.250 millones de 2004 a 9.000 millones de euros para el próximo ejercicio.
Esta provincia es buena prueba de esa apuesta estratégica del Gobierno. El catálogo actual de 1.457 efectivos supone un incremento del 44 por cien sobre el vigente en 2005. El más importante crecimiento de la Guardia Civil en Castellón en sólo tres años. Si a ello sumamos la reciente actualización de la plantilla del Cuerpo Nacional de Policía, el catálogo provincial de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado alcanza los 1.847 efectivos operativos. Cerca del 50 por cien más que hace un trienio, un incremento muy superior al 9 por cien experimentado por la población provincial.
Pero aun siendo determinante el crecimiento de las plantillas, quizás sea la modernización tecnológica y operativa el cambio más importante que ha experimentado nuestra Comandancia. El teniente coronel, que ha sido pieza clave en el diseño e implantación de las nuevas prestaciones y equipamientos, ya ha citado algunas de esas mejoras.
Este ha sido el año en el que se han consolidad los equipos de policía judicial de Peñíscola, Oropesa y la Vall d’Uixó, que abren nuevas posibilidades a la prevención, persecución y esclarecimiento de delitos. Se han invertido, también en este ejercicio y en colaboración con la Diputación y ayuntamientos, más de 600.000 euros en la mejora y acondicionamiento de nuestros cuarteles. Y se ha puesto en servicio recientemente el nuevo laboratorio criminalístico, dotado de la más avanzada tecnología para desarrollar su actividad.
Estamos en el buen camino. Tenemos más guardias en la provincia, se han reformado la mayoría de los puestos de la Guardia Civil y pronto se iniciará la construcción de nuevos cuarteles. Y disponemos de los medios técnicos para dar respuesta adecuada a los retos de las nuevas formas de delincuencia. Sé también, José Manuel, que hemos de perseverar en el esfuerzo. Que cuesta recuperar el tiempo perdido antaño y que vuestra entrega y vuestra profesionalidad son merecedoras del compromiso firme del Gobierno por mantener la intensidad de sus políticas de seguridad.
Por todo ello, teniente coronel, no me siento acreedor al agradecimiento que has expresado en tu intervención. Mi compromiso con la Guardia Civil, y con el Cuerpo Nacional de Policía, es el compromiso del Gobierno con vuestra lealtad, con vuestro sentido del servicio público y con vuestra vocación de sacrificio en beneficio de la sociedad.
No puedo terminar esta intervención sin expresar mi gratitud a aquellas personas que han dedicado toda su vida al servicio público en el Instituto y que ahora se encuentran ya retirados o en la reserva. Estos veteranos son el espejo en que debéis miraros los guardias más jóvenes; su ejemplo, su experiencia, su profesionalidad y su dedicación deben serviros de guía en vuestra labor profesional.
A todos cuantos habéis sido condecorados, enhorabuena. Entended este acto como muestra de gratitud por vuestro compromiso con la sociedad.
Y permitidme las últimas referencias personales. Hoy es el primer día de la Patrona para el teniente coronel Fresneda. Miguel, me dijiste cuando se confirmó tu ascenso, que tenías un sentimiento contradictorio: la satisfacción por continuar tu carrera profesional y la tristeza ante la eventualidad de dejar esta Comandancia. Has de saber que tienes aquí tu casa; que la Comandancia de Castellón seguirá siendo tu familia donde quiera que vayas. Tengo el convencimiento de que vas a ejercer tu nuevo empleo con la misma convicción y saber hacer que has demostrado en nuestra tierra. Te deseo, de corazón, toda la suerte que mereces.
Y a ti, José Manuel, agradecerte tu lealtad y tu esfuerzo. Tu gran trabajo al frente esta Comandancia te hace acreedor de nuestro reconocimiento más sincero. Has sabido crear un equipo de mando eficaz que nos garantiza mayor seguridad. Por ello, y por otras muchas cosas, gracias teniente coronel Díez Cubelos.
Voy a terminar ya agradeciendo a quienes hoy nos acompañáis vuestra presencia. Y a vosotros y vosotras, hombres y mujeres de la Guardia Civil, instaros a que perseveréis en la consecución del compromiso colectivo de servicio, de ayuda a los demás, de proximidad y colaboración con la sociedad a la que servís.
Gracias a todos y a todas y buen día de la Pilarica.
12 octubre 2008
02 octubre 2008
Discurso pronunciado con motivo de la celebración del Día del Cuerpo Nacional de Policía en Castelló de la Plana el 2 de octubre de 2008
De nuevo estamos aquí para celebrar el día de los Ángeles custodios, patrones de la Policía. Gracias a todos y a todas por acompañarnos en este acto que sé entrañable para cuantos formáis parte del Cuerpo Nacional de Policía y de los cuerpos generales adscritos.
Vivimos un tiempo convulso que abona las incertidumbres respecto del tiempo por venir. Por ello es radicalmente necesario que los poderes públicos refuercen su compromiso con los ciudadanos para que estén y se sientan más seguros.
El Estado tiene el deber de garantizar la seguridad de la ciudadanía en todos los órdenes de la vida. Es su razón de ser. Y ha de hacerlo sin menoscabar los otros valores máximos que apuntalan nuestro modelo de convivencia. Porque es cierto que sin seguridad no hay ni libertad, ni felicidad, ni igualdad, ni justicia. Pero no lo es menos que hemos de ser libres, felices, iguales y justos para que la seguridad cobre sentido. Lo contrario nos convertiría en mujeres y hombres huecos, vacíos de humanidad. Ese debe ser el objetivo último del buen Gobierno.
Con ese convencimiento el Gobierno de España está decidido a trabajar más y mejor para que la ciudadanía pueda ejercer todos sus derechos libremente, con dignidad y sin miedo. Para que los ciudadanos sientan y construyan su futuro responsablemente y sin temor a verse privados de su felicidad. Todas las políticas públicas impulsadas desde el Ejecutivo tienen esa misión. Y, por supuesto, las políticas de seguridad ciudadana. Por ello en 2009 se mantendrá el esfuerzo presupuestario que ha permitido en los últimos cuatro años incrementar en casi un 50 por 100 los recursos públicos destinados a garantizarla.
La gente de esta tierra también quiere y merece vivir confiada, sentirse segura. Esta misma semana el alcalde de Castellón decía, en la celebración del patrón de la policía local, que Castellón ha crecido, se ha hecho grande sin dejar de ser una ciudad tranquila, segura. Gracias comisario por el esfuerzo que estáis haciendo para que así sea. Gracias a todas y a todos los que un día decidisteis ofrecer lo mejor de vosotros mismos para que vuestros conciudadanos vean respetados sus derechos y su libertad. Gracias por hacerlo, en muchas ocasiones, aun a costa de vuestra propia seguridad.
Mirad, los 230.000 habitantes que hoy conforman la población de Castellón y Vila-real exigen una apuesta firme y continuada por un servicio público policial moderno y eficaz. A lo largo del último trienio se ha experimentado una notable reducción de las tasas de criminalidad en ambas ciudades. Quiero agradecer por ello el trabajo desarrollado por los diferentes servicios policiales y, especialmente, por el Cuerpo Nacional de Policía. Vuestro sacrificio, vuestra entrega y vuestra profesionalidad nos hacen sentirnos razonablemente seguros.
En esa tarea ejemplar, lo sabéis, contáis con el respaldo incondicional del Gobierno. Un compromiso que se concreta en más y mejores medios personales, tecnológicos y organizativos y en nuevas infraestructuras. En enero de este año se ha ampliado notablemente el catálogo de personal de la Comisaría provincial. Hemos pasado de una plantilla de 265 policías a 390, lo que supone un incremento del 50 por 100. Estamos ahora en el proceso de asignación de efectivos que nos permitirá completar ese catálogo en los próximos meses y que se concretará a comienzos de noviembre con la incorporación de nuevos policías de carrera a las comisarías de Castellón y Vila-real. De esta forma, en poco tiempo, cerca de 600 hombres y mujeres, policías y funcionarios de los cuerpos generales, prestarán su servicio en la Comisaría Provincial del Cuerpo Nacional de Policía.
Hace unos días las máquinas comenzaron a trabajar en el solar donde va a ser levantado el nuevo edificio que acogerá la Jefatura provincial. Es esta una infraestructura fundamental para que el servicio que prestáis a la comunidad cobre una nueva dimensión. Los castellonenses, y vosotros mismos, merecíamos ya disponer de una comisaría moderna, digna, equipada con los servicios necesarios para atender la demanda de una sociedad avanzada. En 2010, esa aspiración justa y razonable de la gente de Castellón, será ya una realidad que abrirá un nuevo tiempo policial en nuestra ciudad.
Esa voluntad del Gobierno de proveer de infraestructuras de calidad a los servicios policiales castellonenses se ha manifestado este año con la apertura de las nuevas dependencias del DNI. Más de 800 metros cuadrados y toda la tecnología para expedir el documento nacional de identidad electrónico y el pasaporte a miles y miles de hombres y mujeres. Quienes prestáis ese servicio a los ciudadanos debéis sentiros satisfechos por vuestro buen hacer y por las nuevas condiciones de trabajo. Los funcionarios y las funcionarias de los cuerpos generales contribuís de forma esencial a la mejora continua del servicio público policial en nuestra provincia.
Comisario, los profesionales que tienes a tu cargo son un ejemplo de responsabilidad y entrega. Ellos son los principales responsables de los éxitos obtenidos durante estos años contra la delincuencia. Seguiréis trabajando, día a día, para que nos sintamos más seguros, para salvaguardar nuestra integridad y nuestros derechos y para que vivamos sin miedo al terror fanático, a la violencia, al abuso o a la discriminación. Gracias a todos y a todas por vuestro compromiso con la sociedad castellonense.
Quiero ahora dirigirme a los policías que están culminando su formación en la Comisaría Provincial. Quiero expresaros mi reconocimiento. Cuando ingresasteis en la Academia asumisteis la responsabilidad de ser policías. Esa decisión os honra porque, desde el servicio público, vais a dedicar lo mejor de vosotros a trabajar por vuestros conciudadanos y, especialmente, por los más vulnerables, a proteger sus derechos y sus vidas, a ayudarles a construir su futuro y el de sus hijos sin temor a los abusos de otros. Tenéis una noble misión y para cumplirla la sociedad, a través del Estado, os otorga la autoridad y la fuerza necesarias. Haced buen uso de ello; hacedlo como os ha enseñado durante meses la Policía de Castellón. Tenéis el enorme privilegio de compartir esta experiencia con un equipo de profesionales admirable. El comisario jefe Marti, el comisario Moreno y el resto de mandos, oficiales y agentes de nuestra Comisaría os han mostrado mejor que nadie el sentido de las palabras compromiso, lealtad, convicción y respeto. Sé que no lo vais a olvidar.
Enhorabuena a los que hoy habéis sido condecorados. Vosotros personalizáis como nadie el espíritu de servicio, abnegado y anónimo, de la policía.
Termino. No puedo olvidar aquí a los compañeros y las compañeras que perdieron su vida o su salud defendiendo los derechos y las libertades de todos nosotros. Y a quienes sintieron el dolor y el desconsuelo de no verlos regresar a sus hogares. A todos, de corazón, muchas gracias.
Vivimos un tiempo convulso que abona las incertidumbres respecto del tiempo por venir. Por ello es radicalmente necesario que los poderes públicos refuercen su compromiso con los ciudadanos para que estén y se sientan más seguros.
El Estado tiene el deber de garantizar la seguridad de la ciudadanía en todos los órdenes de la vida. Es su razón de ser. Y ha de hacerlo sin menoscabar los otros valores máximos que apuntalan nuestro modelo de convivencia. Porque es cierto que sin seguridad no hay ni libertad, ni felicidad, ni igualdad, ni justicia. Pero no lo es menos que hemos de ser libres, felices, iguales y justos para que la seguridad cobre sentido. Lo contrario nos convertiría en mujeres y hombres huecos, vacíos de humanidad. Ese debe ser el objetivo último del buen Gobierno.
Con ese convencimiento el Gobierno de España está decidido a trabajar más y mejor para que la ciudadanía pueda ejercer todos sus derechos libremente, con dignidad y sin miedo. Para que los ciudadanos sientan y construyan su futuro responsablemente y sin temor a verse privados de su felicidad. Todas las políticas públicas impulsadas desde el Ejecutivo tienen esa misión. Y, por supuesto, las políticas de seguridad ciudadana. Por ello en 2009 se mantendrá el esfuerzo presupuestario que ha permitido en los últimos cuatro años incrementar en casi un 50 por 100 los recursos públicos destinados a garantizarla.
La gente de esta tierra también quiere y merece vivir confiada, sentirse segura. Esta misma semana el alcalde de Castellón decía, en la celebración del patrón de la policía local, que Castellón ha crecido, se ha hecho grande sin dejar de ser una ciudad tranquila, segura. Gracias comisario por el esfuerzo que estáis haciendo para que así sea. Gracias a todas y a todos los que un día decidisteis ofrecer lo mejor de vosotros mismos para que vuestros conciudadanos vean respetados sus derechos y su libertad. Gracias por hacerlo, en muchas ocasiones, aun a costa de vuestra propia seguridad.
Mirad, los 230.000 habitantes que hoy conforman la población de Castellón y Vila-real exigen una apuesta firme y continuada por un servicio público policial moderno y eficaz. A lo largo del último trienio se ha experimentado una notable reducción de las tasas de criminalidad en ambas ciudades. Quiero agradecer por ello el trabajo desarrollado por los diferentes servicios policiales y, especialmente, por el Cuerpo Nacional de Policía. Vuestro sacrificio, vuestra entrega y vuestra profesionalidad nos hacen sentirnos razonablemente seguros.
En esa tarea ejemplar, lo sabéis, contáis con el respaldo incondicional del Gobierno. Un compromiso que se concreta en más y mejores medios personales, tecnológicos y organizativos y en nuevas infraestructuras. En enero de este año se ha ampliado notablemente el catálogo de personal de la Comisaría provincial. Hemos pasado de una plantilla de 265 policías a 390, lo que supone un incremento del 50 por 100. Estamos ahora en el proceso de asignación de efectivos que nos permitirá completar ese catálogo en los próximos meses y que se concretará a comienzos de noviembre con la incorporación de nuevos policías de carrera a las comisarías de Castellón y Vila-real. De esta forma, en poco tiempo, cerca de 600 hombres y mujeres, policías y funcionarios de los cuerpos generales, prestarán su servicio en la Comisaría Provincial del Cuerpo Nacional de Policía.
Hace unos días las máquinas comenzaron a trabajar en el solar donde va a ser levantado el nuevo edificio que acogerá la Jefatura provincial. Es esta una infraestructura fundamental para que el servicio que prestáis a la comunidad cobre una nueva dimensión. Los castellonenses, y vosotros mismos, merecíamos ya disponer de una comisaría moderna, digna, equipada con los servicios necesarios para atender la demanda de una sociedad avanzada. En 2010, esa aspiración justa y razonable de la gente de Castellón, será ya una realidad que abrirá un nuevo tiempo policial en nuestra ciudad.
Esa voluntad del Gobierno de proveer de infraestructuras de calidad a los servicios policiales castellonenses se ha manifestado este año con la apertura de las nuevas dependencias del DNI. Más de 800 metros cuadrados y toda la tecnología para expedir el documento nacional de identidad electrónico y el pasaporte a miles y miles de hombres y mujeres. Quienes prestáis ese servicio a los ciudadanos debéis sentiros satisfechos por vuestro buen hacer y por las nuevas condiciones de trabajo. Los funcionarios y las funcionarias de los cuerpos generales contribuís de forma esencial a la mejora continua del servicio público policial en nuestra provincia.
Comisario, los profesionales que tienes a tu cargo son un ejemplo de responsabilidad y entrega. Ellos son los principales responsables de los éxitos obtenidos durante estos años contra la delincuencia. Seguiréis trabajando, día a día, para que nos sintamos más seguros, para salvaguardar nuestra integridad y nuestros derechos y para que vivamos sin miedo al terror fanático, a la violencia, al abuso o a la discriminación. Gracias a todos y a todas por vuestro compromiso con la sociedad castellonense.
Quiero ahora dirigirme a los policías que están culminando su formación en la Comisaría Provincial. Quiero expresaros mi reconocimiento. Cuando ingresasteis en la Academia asumisteis la responsabilidad de ser policías. Esa decisión os honra porque, desde el servicio público, vais a dedicar lo mejor de vosotros a trabajar por vuestros conciudadanos y, especialmente, por los más vulnerables, a proteger sus derechos y sus vidas, a ayudarles a construir su futuro y el de sus hijos sin temor a los abusos de otros. Tenéis una noble misión y para cumplirla la sociedad, a través del Estado, os otorga la autoridad y la fuerza necesarias. Haced buen uso de ello; hacedlo como os ha enseñado durante meses la Policía de Castellón. Tenéis el enorme privilegio de compartir esta experiencia con un equipo de profesionales admirable. El comisario jefe Marti, el comisario Moreno y el resto de mandos, oficiales y agentes de nuestra Comisaría os han mostrado mejor que nadie el sentido de las palabras compromiso, lealtad, convicción y respeto. Sé que no lo vais a olvidar.
Enhorabuena a los que hoy habéis sido condecorados. Vosotros personalizáis como nadie el espíritu de servicio, abnegado y anónimo, de la policía.
Termino. No puedo olvidar aquí a los compañeros y las compañeras que perdieron su vida o su salud defendiendo los derechos y las libertades de todos nosotros. Y a quienes sintieron el dolor y el desconsuelo de no verlos regresar a sus hogares. A todos, de corazón, muchas gracias.
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