Dice el conseller Rosado, que lo es del Consell de la Generalitat y en materia de Sanidad, que el estado de excepción sanitaria que el próximo sábado comenzará a regir para los extranjeros en situación irregular no generará problemas. Dice que ya se encargarán las ONGs de quienes no puedan pagarse la asistencia sanitaria y que para eso su Departamento ya tiene programas de colaboración abiertos con ellas. Añade, además, que la Conselleria no va a actuar como policía en este asunto. Tengo la certeza de que esta medida, indecente e injusta contra los más vulnerables, va a generar aún más confusión en el delirante estado de gestión de la sanidad pública valenciana. Y que al final el supuesto beneficio contable de la exclusión de esas personas del seguro sanitario será compensado con creces por el caos gerencial y los problemas de salud pública que acarreará. Esto lo saben los gobernantes de la derecha pero lo asumen en aras de un bien que estiman mayor: el respaldo de muchos ciudadanos asustados que esperan del sálvese quien pueda para encontrar consuelo a sus dificultades. No hay medida de recorte de derechos adoptada por los gobiernos populares que no vaya acompañada de la demonización de un sector de la sociedad al que se hace responsable del déficit en la financiación del correspondiente servicio público. Es su forma de vivir y hacer vivir la política. Una forma maniquea que terminará por envilecernos si no lo remediamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario