Hoy se cumplen cinco años del comienzo del caso #Gürtel. Una más en el rosario inacabable de tramas de corrupción urdidas por el Partido Popular. Una más pero la más relevante por anidar en su seno un conjunto de redes declaradamente mafiosas que se han extendido como la hiedra por todos los escenarios del poder gaviota en España. Cinco años de mentiras, ocultación de pruebas, acoso a la Justicia, contradicciones y burlas sin fin a la ciudadanía. Empezaron diciendo, os acordáis, que era todo un montaje de Rubalcaba desde el Ministerio del Interior. Siguieron, prietas las filas, acusando a jueces, fiscales y policías de tejer una conspiración contra ellos. Y continuaron apartando de la investigación a Garzón y a los responsables de la Policía y la Agencia Tributaria. Hoy, cinco años y casi 200 imputados después, y Bárcenas mediante, la cúpula gurteliana ocupa ministerios y gobiernos por doquier, negando evidencias, parapetada tras el engaño directo y diferido y la deslealtad más desvergonzada hacia las instituciones democráticas y la ciudadanía. Caerán y pagarán ante la Justicia, estoy convencido, pero mientras tanto habrán sembrado con el chapapote de la indecencia y la indignidad nuestra vida pública hasta hacerla invivible. Que no se nos olviden ni sus caras ni sus palabras.
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