El pío Cotino, voluntario de Ratzinger

Escuchar a Juan Cotino decir que él participó como un simple voluntario en el asunto de la visita del Papa a Valencia y que en nada intervino en relación con la organización del festejo provoca náusea. Nadie puede creer en Valencia que en un tema de ese carácter el más pío de entre los píos varones crecidos en la ribera del Turia quedara al margen. Nadie, nadie puede creer que Cotino no supiera de la organización y de las idas y venidas de los Bigotes trapicheando millones de euros como calderilla. Cotino es hoy presidente de Les Corts, segunda autoridad de la Generalitat Valenciana. Para siempre permanecerá en nuestra memoria como urdidor de la ocultación del accidente del Metro de Valencia ocurrido horas antes de la llegada del papa Ratzinger. Sobre su conocimiento o no y su implicación en la apestosa gestión de los derechos de emisión de la visita papal por los gurtelianos será la Justicia la que se pronunciará. Pero resulta difícil imaginar que quien era entonces el padre espiritual y político de Camps desconociera lo que ahí se cocía. En cualquier caso, por lo que se sabe y por lo que se intuye, su continuidad al frente de nuestra más importante institución de autogobierno, nuestro Parlamento, es uno más, y no el menor, de los desprecios de esta gente a la ciudadanía valenciana.