Mientras Europa sigue definiendo su futuro a partir del efecto palanca que el fondo de reconstrucción post COVID-19 debería tener en el avance hacia la sostenibilidad verde y digital, en España seguimos empantanados en tacticismos pueriles, broncas delirantes y deslealtades manifiestas. "¿Algún adulto en la sala?“, se pregunta hoy Jesús Maraña en su columna en Infolibre. Pues eso. La evidencia del manoseo indecente que algunos hacen de la política y de las instituciones no puede arrastrarnos a todos al abismo. El coronavirus está y seguirá estando durante meses. Pero hay mucho más y seguirá habiendo si no persistimos en seguir escarbando en el pozo hasta que las paredes se nos vengan encima y llegue la oscuridad absoluta. Si no somos capaces de emplear el Estado, todo, para garantizar la convivencia presente y futura en dignidad (empezando por unos presupuestos audaces y realistas) perderemos el tren que Europa está intentando poner en marcha. Y eso, eso sería letal.
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