05 febrero 2011

Walhalla

Publicado en Mediterráneo el 5 de febrero de 2011.

Hace unos días tuve la oportunidad de asistir al acto en que se puso la primera piedra de un proyecto de extraordinario interés para nuestro futuro. Se celebró en el Parque Científico, Tecnológico y Empresarial de la Universitat Jaume I, Espaitec, y congregó a una nutrida representación institucional, empresarial y académica de nuestra tierra. Ese acto oficializaba el comienzo de la construcción de uno de los más avanzados y seguros centros de datos de Europa, Walhalla.



Créanme si les digo que tuve la sensación de asistir a uno de esos momentos que abren un tiempo nuevo. Porque Walhalla, más allá de la importante inversión en obra y equipamientos, es una apuesta motora para generar una nueva cultura empresarial en nuestras comarcas. Un proyecto tractor que debe trascender su mera presencia física en nuestra universidad para convertirse en un referente en la configuración de ese espacio de reputación que muchos imaginamos para Castellón.

Así debe ser, pues no podemos ya perder más oportunidades para encarar el nuevo tiempo que está naciendo. Esta iniciativa pionera de la empresa valenciana Tissat ha de proyectar sobre el semillero tecnológico de la UJI y el tejido empresarial castellonense la señal del cambio de conductas y actitudes que necesitamos. Y ahí se requiere de la suma de esfuerzos e iniciativas, públicas y privadas, para irradiar su efecto más allá de los muros de hormigón que ahora se construyen.

Walhalla, además, nos devuelve una imagen de Castellón que, a menudo, se desdibuja bajo los discursos huecos del victimismo. El director general de Tissat, Manuel Escuin, al explicar las razones por las que su empresa decidió construir el centro de datos en Castellón, nos da tres argumentos esenciales: el dinamismo del entorno de innovación y talento que representa el Espaitec de la Universitat Jaume I; la calidad y capacidad de la conexión de fibra óptica de nuestra provincia con el resto de España y Europa, que le garantiza una conectividad privilegiada; y la disponibilidad de un gasoducto de altas prestaciones que permita proveer con seguridad y solvencia las necesidades energéticas del centro.

Tenemos mimbres, pues, para abordar proyectos de excelencia. Disponemos de infraestructuras de calidad, que deberán ser necesariamente completadas cuanto antes, pero que son ya una realidad suficiente para competir con nuestro entorno. Y por ello resulta ya imperativo que, además de reclamar y exigir lo que no tenemos, pongamos en marcha todas nuestras capacidades emprendedoras y creativas para aprovechar al máximo lo que ya tenemos.

Walhalla es, así, un símbolo de lo que queremos ser. Y no es el único. El propio Espaitec y los múltiples proyectos empresariales allí desarrollados. O las innumerables apuestas innovadoras que presentará nuestro distrito cerámico la semana próxima en Cevisama. O la apuesta por la calidad de nuestras empresas agroalimentarias. O tantas otras iniciativas que, a pesar de la crisis, muestran la capacidad de regeneración de nuestro sistema productivo.

Lo saben nuestros empresarios y nuestra universidad: hemos de caminar sin titubeos para hacer de nuestra provincia un entorno de reputación, que atraiga y fidelice el talento creativo, que nos haga atractivos para vivir, para trabajar y para divertirse, que nos referencie como un territorio de prestigio. Un espacio reputado por su vigor imaginativo, su transparencia institucional, su capacidad para socializar la inteligencia y su afán de progreso. Este es nuestro gran reto y esa es la senda por la que ya transitan muchos de nuestros emprendedores.

1 comentario:

  1. Para saber de verdad que esta pasando, no hay nada mejor que un buen artículo que describa las cosas como son y no como otros quieren pintarlas:

    http://www.economiadigital.es/valencia/notices/2013/03/_tijeretazos_en_una_empresa_de_la_trama_blasco_30272.php

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