26 noviembre 2011

Un nuevo Gobierno

Publicado en Mediterráneo el 26 de noviembre de 2011.

El pasado domingo algo más de 300.000 electores castellonenses ejercieron su derecho al voto, más del 73 por ciento de los ciudadanos y ciudadanas convocados a ello en nuestra provincia. Lo hicieron con libertad, sabiéndose actores de nuestro más esencial derecho político, la elección de nuestros representantes parlamentarios y de quienes deberán liderar la vida pública española durante los próximos años.

La decisión del electorado castellonense y español en general ha sido clara: el Partido Popular ha obtenido más de la mitad de los escaños del Congreso y del Senado. Es la fuerza política mayoritaria en ambas cámaras y tendrá la oportunidad de asumir el Gobierno de la nación en pocas semanas.

El pueblo elige a sus representantes políticos y decide quién ha de gobernarle. Es el abc de la democracia, la legitimación de nuestro sistema institucional y el fundamento de nuestro modelo de organización social. El nuevo Gobierno nacerá con esa legitimidad esencial, la misma que ha permitido a José Luís Rodríguez Zapatero presidir el Consejo de Ministros durante los últimos ocho años. Es cierto que algunos quisieron negársela en 2004, ignorando las reglas básicas de la convivencia democrática; pero eso es tiempo pasado.

Mariano Rajoy volverá a La Moncloa, donde ejerció el cargo de vicepresidente del Gobierno de José María Aznar. Ahora lo hará como presidente, una vez cumplidos los procedimientos y los plazos que establece nuestro ordenamiento jurídico. Para ello se han iniciado ya las reuniones pertinentes que garantizarán el traspaso de poderes con la eficacia exigida.

Se inicia, pues, un nuevo tiempo político en España. Casi cuatro años después del inicio de la más grave crisis que ha conocido Europa y el mundo occidental desde el final de la Segunda Guerra Mundial, el Gobierno en ejercicio ha sido relegado a la oposición por el electorado. Como en otros países de nuestro entorno, la gravedad de la crisis y su impacto dramático sobre el empleo y la adopción de medidas impopulares han lastrado la credibilidad de los gobernantes de modo inexorable. Y los ciudadanos han optado por propiciar la alternancia.

No va a ser fácil, como no lo ha sido para el Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero. Y no va a haber soluciones mágicas, por mucho que así se anunciaran. Porque más allá del voluntarismo, sincero o no, de algunos está la realidad de un mundo en transformación vertiginosa que exige de nuevas políticas y de nuevas ideas para reubicar a España y Europa en el nuevo tiempo.

Lo que fue ya no será. Lo que sirvió en momentos pasados no nos permitirá ganar el futuro. Creo que, a estas alturas, ya todos lo sabemos. Vivimos un tiempo en el que el presente está hipotecado por la melancolía del pasado, y en el que el mañana sucumbe bajo la losa insoportable del ahora. Hemos de romper ese círculo maléfico que nos ahoga y recuperar el prestigio y la reputación del futuro. Es imperativo, porque de lo contrario perderemos lo que fuimos, lo que somos y lo que podríamos haber sido. No sólo para reorientar nuestro modelo productivo y ser más competitivos, sino para regenerar nuestra democracia, para hacer sostenible nuestro sistema de bienestar y para redefinir nuestra escala de valores.

El futuro tiene sus enemigos, como nos dice el título de un magnífico ensayo de Daniel Innerarity que recomiendo encarecidamente (El futuro y sus enemigos. Barcelona: Paidós, 2009). El conservadurismo de uno u otro pelaje no nos abrirá los nuevos espacios que precisamos; quizás tenga el efecto placebo necesario para distraernos de la cruda realidad, pero no resolverá los problemas ciertos que lastran nuestro progreso.

España tendrá antes de finalizar el año un nuevo Gobierno. Nunca un partido político habrá tenido tanto poder institucional en la España democrática. Así lo han decidido los ciudadanos y las ciudadanas de este país. Mariano Rajoy, presidente del Partido Popular y futuro presidente del Gobierno de España, asumirá una responsabilidad casi exclusiva. Nunca antes un gobernante democrático ha concentrado tanto poder en nuestro país. Sólo cabe esperar que lo ejerza con audacia, con sentido común, con vocación de servicio al interés general y con talante democrático. Sí, con mucho talante.

23 noviembre 2011

Nuevo tiempo

Emitido en el programa Castellón en la onda de Onda Cero Castellón el 22 de noviembre de 2011.


Buenos días Lorena:

Empieza un nuevo tiempo. El resultado de las elecciones del pasado domingo llevará a Mariano Rajoy a La Moncloa. Allí ocupó ya las dependencias de la Vicepresidencia del Gobierno con José María Aznar, en tiempos que parecen ya muy lejanos. En las próximas semanas, una vez cumplidos los procedimientos y los plazos que fija la ley, regresará como presidente del Ejecutivo.

El electorado ha decidido que el Partido Popular ocupe más de la mitad de los escaños del Congreso y del Senado. Que obtenga mayoría absoluta para liderar nuestro país casi cuatro años después del inicio de la más grave crisis que ha conocido Europa y el mundo occidental desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

No va a ser fácil, como no lo ha sido para el Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero. Y no va a haber soluciones mágicas, por mucho que así se anunciaran. Porque más allá del voluntarismo, sincero o no, de algunos está la realidad de un mundo en transformación vertiginosa que exige de nuevas políticas para reubicar a España y Europa en el nuevo tiempo.

Lo que fue ya no será. Lo que sirvió en momentos pasados no nos permitirá ganar el futuro. Hemos de preservar, modernizándolo, nuestro modelo de cohesión social, por dignidad y justicia y también porque es nuestra mayor fortaleza competitiva en el mundo que está naciendo. Hemos de abrir nuevos espacios al conocimiento, fuente ilimitada y sostenible de riqueza. Hemos de profundizar en el ejercicio de la democracia, en su cotidianeidad, en su transparencia, en sus cauces de participación ciudadana, en su honorabilidad.

Tenemos mucho por hacer. Así quienes asuman la responsabilidad del Gobierno, como quienes deban ejercer las tareas de oposición. No hay espacio para el tacticismo de corto vuelo (no lo había tampoco hace dos semanas, ni hace dos años) para seguir trabajando por Castellón, por España y por Europa.

A todos y a todas, buena suerte y que la semana les sea propicia. Salud, Lorena.

15 noviembre 2011

Elecciones y democracia

Emitido en el programa Castellón en la onda de Onda Cero Castellón el 15 de noviembre de 2011.


Buenos días Lorena:

El domingo próximo, el día 20, los ciudadanos y las ciudadanas de Castellón con 18 o más años podremos ejercer nuestro derecho al voto para elegir a quienes han de representarnos en las Cortes Generales. Por undécima vez desde la restauración de la democracia en España, los y las castellonenses contribuiremos con nuestra decisión a la expresión de la soberanía nacional.

De nuevo la ciudadanía va a configurar la constitución del Congreso y del Senado y a determinar el carácter del Gobierno que deberá liderar la vida pública española y representarnos ante el mundo en los próximos años.

Es la fuerza de la democracia. La capacidad del pueblo para elegir a sus gobernantes y exigirles cuentas por sus actos. Algo por lo que millones de españoles y españolas soñaron y lucharon durante las décadas oscuras de una dictadura indecente que no debemos olvidar.

El domingo estamos convocados a ejercer nuestro más elemental derecho político: decidir quién nos representa, quién nos gobierna. No debemos renunciar a ello. Ese es el sentido de la política, el poder de la deliberación, de la confrontación de ideas, de la discusión y del acuerdo de estrategias para salvaguardar el bien común en beneficio de todos a partir de la libre elección de los representantes del pueblo.

Ya sé, Lorena, que nuestra democracia es perfectible. Que quedan muchos escenarios por sondear y muchos territorios por cultivar. Porque el espacio democrático es eso, un mundo en construcción continua, en el que no cabe la relajación, en el que hay que abrir continuamente ventanas al futuro que alumbren el camino de la igualdad real de oportunidades para todos y para todas. Y en el que las urgencias del presente no pueden condenar las evidencias del futuro.

Trabajar por la democracia es trabajar por cada uno de nosotros, por nuestros hijos también. En este tiempo difícil, no lo duden, ese compromiso de ciudadanía tiene un valor extremo.

A todos y a todas, buena suerte y que la semana les sea propicia. Salud, Lorena.

11 noviembre 2011

José Antonio Galiana

Emitido en el programa Castellón en la onda de Onda Cero Castellón el 8 de noviembre de 2011.

Buenos días Lorena:

El pasado sábado se celebró en Benicàssim la gala anual en la que la Confederación Castellonense de la Pequeña y Mediana Empresa reconoce el esfuerzo y el trabajo bien hecho de nuestros emprendedores y emprendedoras. Un año más la PYMEC dio cuenta del compromiso de las pequeñas empresas y de los trabajadores autónomos de Castellón con nuestra sociedad, en un tiempo tan difícil para todos.

Fue el de este año un acto muy especial. Por primera vez desde 1996 la gala de PYMEC no estuvo presidida por José Antonio Galiana Aragón.

Recuerdo la llamada de José Pascual Serrano un viernes del pasado mes de julio: “Galiana nos ha dejado”, me dijo con serena emoción. Había fallecido un hombre excepcional. Un buen empresario, un buen ciudadano, un buen amigo. Se fue un hombre bueno.

José Antonio supo querer y hacerse querer por su gente. Supo respetar y hacerse respetar por quienes le conocimos. Un tipo excelente, sin duda, que ejerció allá donde estuviere de embajador de Montanejos, su tierra de adopción.



Un hombre cargado de sentido común, que sabía del valor del diálogo. Un hombre comprometido con el tiempo vivido y soñador del tiempo por vivir que entregó lo mejor de sí mismo al proyecto colectivo de la PYMEC.

Lo sabe bien el nuevo presidente de la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa de Castellón, el buen amigo Federico Lozano. Y su secretario general, Pepe Pascual Serrano. Y Pere Duch y tantos cuantos compartieron con él la lucha diaria por la dignidad de nuestras empresas familiares. Sabemos que, con sus hijos Tere, Isabel, José Antonio y María Ángeles, sois albaceas del legado inmenso de Galiana.

El membrillo o la nuez fondán de su pastelería de siempre, Dulces Germán, de Montanejos, perpetuarán en el recuerdo a este hombre trabajador, afable y emprendedor.

A todos y a todas, buena suerte y que la semana les sea propicia. Salud, Lorena.