El proyecto de ley de represión ciudadana que el Gobierno presentará ante el Congreso los próximos días es una auténtica ley mordaza contra la discrepancia política. Una ley contra la democracia, que no persigue garantizar más seguridad a la ciudadanía sino amedrentar a los disidentes contra las políticas del poder. El derecho de los ciudadanos y las ciudadanas a manifestarse públicamente frente a las decisiones de sus gobernantes o ante acontecimientos que reclamen su compromiso no puede ser amordazado como pretende la derecha. Antes al contrario, está en la esencia misma de la democracia que la ciudadanía exprese su voluntad también en las calles. Ahora es el derecho a manifestarse, pronto será el derecho a la huelga. Ya no es el Estado social lo que peligra, es la democracia misma la que está amenazada. Hace dos años el 15M acuñó aquello de PPSOE. ¿Dónde están?
Francisco Franco y Millán Astrain |
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