12 noviembre 2007

La doctrina Acebes

Publicado en Mediterráneo en noviembre de 2007.

El pasado miércoles fue uno de esos días reconfortantes. He de confesarles que me emocionó escuchar en la voz del presidente del tribunal la sentencia sobre el 11M. Recordé las imágenes del dolor y de la indignidad de aquellos días fatídicos de 2004. Las víctimas y la solidaridad de un pueblo que supo estar a la altura de las circunstancias. Ahora tengo la convicción de que la sociedad española y sus instituciones son más fuertes que entonces; nuestro Estado de Derecho ha sabido gestionar con madurez ejemplar la peor afrenta que ha sufrido desde el restablecimiento de la democracia.

El proceso judicial nos ha confirmado lo que la mayoría pensábamos y ha mostrado hasta qué punto están algunos dispuestos a llegar con tal de derribar el Gobierno progresista de España. Los que eran responsables de la seguridad del Estado en marzo de 2004 han dedicado todo su esfuerzo durante estos tres años y medio a proclamar la infamia. Dijeron que el Ejecutivo de Zapatero estaba sustentado sobre 200 cadáveres, para negarle la legitimidad que se ganó en las urnas. Humillaron a Pilar Manjón, la madre coraje que simboliza el desgarro vital provocado por el fanatismo yihadista. Han mentido hasta la náusea desde el mismo 11M para negar la evidencia.

Ya ven, siempre tan dados a ocultar el pasado. No les gusta nada que la gente de este país tenga memoria. Ahora, a cinco meses de las elecciones llegan hasta a negarse a sí mismos. Dicen que ellos nunca dijeron lo que todos les hemos oído decir sobre el 11M. En fin, ahí están los archivos periodísticos. Y ahí está la memoria que ellos quieren silenciar. Es la doctrina Acebes: mentir, mentir y mentir para sembrar el desasosiego, la desconfianza y la insidia entre la ciudadanía con la finalidad de que no prospere un nuevo proyecto de modernización y progreso en España. Lo de menos es el beneficio de la gente y la legitimidad democrática; lo de más es, otra vez, mantener el poder en manos de los de siempre a cualquier precio.

Es su forma de hacer y entender la política, en Madrid y aquí. Vean, si no, lo que están haciendo y diciendo los jefes locales de la derecha con el tema del agua. Llevan años reclamando el trasvase que ellos fueron incapaces de poner en marcha mientras detentaban los gobiernos español y valenciano y controlaban las instituciones provinciales. Tenían todo el poder en sus manos para hacerlo, pero no pudieron, no supieron o no quisieron hacerlo. Y ahora niegan la legitimidad del Gobierno socialista para impulsar y desarrollar las soluciones que considera adecuadas para poner fin al déficit hídrico de nuestra tierra.

Da igual que estemos avanzando en el sentido correcto. Da igual que estemos construyendo ya las infraestructuras que nos permitirán en muy poco tiempo disponer de toda el agua que necesitemos para nuestro desarrollo futuro. Eso, de nuevo, es lo de menos. Ellos siguen a lo suyo: la bronca permanente y el follón continuo. Porque saben que el tiempo corre en su contra y que cada nuevo hectómetro cúbico de agua que ponemos a disposición de los castellonenses ahoga su mensaje victimista.

Ellos saben mejor que nadie que el trasvase del Ebro hasta Almería no se va a hacer. Ni ahora ni cuando vuelvan a La Moncloa. Es otra más de sus mentiras. Por eso, mientras aquí cuelgan pancartas, en Madrid retiran del debate de los Presupuestos su enmienda reclamando el trasvase. Puro teatro.



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