De confirmarse lo que ayer miércoles apuntaba el diario Levante respecto a una posible filtracion de informacion judicialmente relevante sobre el caso Blasco-cooperación entre el conseller Vela y el exsindic popular en Les Corts estaríamos ante un episodio más de la genética relación del PP valenciano con la corrupción. Que el conseller de Hacienda entregue al imputado diputado documentación oficial que debía obrar en poder del juez para facilitarle su estrategia de defensa en una causa en la que la Generalitat se ha personado como acusación es de una gravedad inaceptable. No sé que consecuencias jurídicas tendrá esto, pero desde el punto de vista político evidencia la nula capacidad del partido gobernante para poner tierra de por medio con la podredumbre. La imagen del Gobierno de Fabra echando una mano a sus encausados es deleznable; si esa mano, además, es la misma que día a día firma los impagos multimillonarios que siembran de dolor los hogares valencianos, estamos ante una vileza mayúscula. Es insoportable.
Ver también, en este blog: Fabra ante el espejo de la desvergüenza
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