14 noviembre 2012

Una huelga para creer en el futuro

Nuestras hijas no entenderían que mañana Inma y yo nos fuéramos a trabajar como cada día. No entenderían que no secundáramos la huelga general que los agentes sociales han convocado contra las políticas que niegan el futuro. Ellas saben desde su infancia el valor de una enseñanza pública de calidad cada vez más amenazada; saben que nada se consigue sin esfuerzo, que el progreso se gana luchándolo, peleándolo. Tampoco mi madre entendería que trabajara el día en que millones de trabajadores y trabajadoras como ella están dispuestos a perder parte de su sueldo y arriesgar la continuidad de sus contratos para preservar su dignidad y la decencia de nuestra sociedad. Ni mi hermana, que lleva años buscando el aliento del futuro sin alcanzarlo. Mañana haré huelga contra las políticas de la liquidación y a favor de dar otra oportunidad al porvenir; una huelga para cambiar el diseño de un mundo que castiga al inocente y premia el abuso y la extorsión. No podemos permanecer indiferentes.


Hombres en los muelles de la ciudad de Nueva York sin trabajo durante la Gran Depresion. 1934.
The U.S. National Archives. Documento de dominio público.

No hay comentarios:

Publicar un comentario