#11M Hoy hace 10 años comenzó uno de los episodios más duros de la historia de este país. Todavía hoy la derecha sigue lanzando infundios sobre aquella historia de crimen, fanatismo, dolor inmenso, mentiras, deslealtad y traición. Me produce estupor y dolor ver cómo los conjurados del #11M siguen hoy sin pedir perdón y sin sufrir castigo alguno. Me produce vergüenza que los conspiradores del 11M sigan, diez años después, buscando rédito político de la catástrofe. Me refiero a los conjurados y conspiradores que urdieron, difundieron y han alimentado durante una década la teoría de la conspiración que negaba el exclusivo carácter yihadista de la matanza y pretendía implicar al PSOE, los servicios de inteligencia del Estado y ETA en el asunto. Que una conspiración de ese tipo, contra el Estado de Derecho, las instituciones democráticas, las propias víctimas y el mismo sentido común, siga impune es muy grave. Que los cabecillas mediáticos y políticos de esta conjura ocupen hoy los centros del poder, tras someter a la sociedad española durante una década a la tensión malsana que producen las incertezas sobre el más grave atentado terrorista sufrido el España, es gravísimo. Y deleznable es, también, que pasados diez años Rajoy no nos haya explicado por qué durante estos años ha seguido, cuando le ha interesado, dando pábulo al infundio. Y por qué su segunda en el PP, Dolores de Cospedal, aún lo hacía ayer. Resulta llamativo que quienes tan enemigos son de la memoria histórica cuando se trata de estudiar las matanzas sin límite de la dictadura, sigan gustando tanto de hablar y hablar sobre el 11M para negar sentencias judiciales e informes policiales de claridad incuestionable.
Nides Vidal Perez. Monumento a las víctimas de los atentados del 11 de marzo 2004 en la estación de Atocha : Vista interior del cilindro de cristal. Madrid, 2007. En Flickr. Compartida bajo licencia Creative Commons BY-NC-ND 2.0 |
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