#Mareablanca Cayó Lasquetty, ese personaje repipi y engominado que durante meses ha sido la cara y los ojos de las empresas sanitarias desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid. Cayó por la última decisión adversa para sus intereses pronunciada por la Justicia. Cayó por la tenacidad de los socialistas madrileños y del resto de la oposición política en su lucha contra el desmantelamiento de los derechos colectivos a la salud. Cayó por la movilización sin precedente de los profesionales sanitarios, unidos frente al asalto a lo que es de todos por parte de intereses espurios. Cayó, sobretodo, por la exigencia de la ciudadanía, en la calle, pidiendo a gritos para ser escuchada más allá de los oídos encerados de los capataces del capital la paralización del proceso liquidador de los hospitales públicos madrileños. Se ha ganado una batalla, importante, pero una más de las muchas que quedan por librar. Sólo lo que no se defiende está perdido, y sólo aquello por lo que no se lucha es imposible. Quiere la derecha que creamos que nada hay que hacer. Quiere que nos convenzamos de que todo está perdido. Y no, no es así. Los liquidadores del común van a seguir en lo suyo, no se lo consintamos.
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