#abortolegal #fabraincapaz Alberto Fabra y Juan Cotino andan de la mano en defensa de la ley contra las mujeres de Ruiz Gallardón. El jefe fabrista para encontrar un lugar bajo el sol popularista y cobrar cierta notoriedad en España por cosas distintas al saqueo de las arcas públicas valencianas por su partido. Se ha abrazado al otro Alberto contra el presidente extremeño Monago, que parece oponerse al ultramontanismo antiabortista. Dice, nuestro Alberto, que por encima de todo (derechos de las mujeres, sentido común y decencia democrática incluídos) está la hermandad gaviota, la fraternidad liquidacionista y que nada puede justificar desviarse de lo que se cuece en esa unidad de destino en lo universal que es el PP. Los Albertos están ahí para que nadie se olvide de qué son y a quién representan. Y espero, ciertamente, que nadie se olvide de en qué lado ha decidido situarse Fabra. El mismo en el que siempre ha militado el president de Les Corts Valencianes, Juan Cotino. Sí, sí, el urdidor del inmoral desprecio hacia las víctimas del accidente del metro de Valencia, el mismo que predica y da trigo en beneficio de los negocios familiares. Pues dice este santo y casto varón que quienes defendemos el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos somos como Herodes, aquel del infanticidio bíblico, y que bien está que la nueva ley reponga el orden divino que los comeniños osaron alterar. Y en esto estamos, Alberto y Juan blandiendo la espada del más rancio y putrefacto nacionalcatolismo patrio. ¿Estará Rafa Blasco en sus jaculatorias matutinas?
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