#MatoDimision Ana Mato es el paradigma de la forma de entender y hacer política de Rajoy. Ensobrada, emplasmada, ventajista, irresponsable, cobarde, indecente... e indigna. Porque una indignidad es ver a una ministra del Reino de España parapetada, titubeante, ausente, escondida tras sus subordinados durante la rueda de prensa en la que daba a conocer a Europa y al mundo el primer contagio por ébola ocurrido en la Historia fuera del continente africano. La peor en el peor momento. Difícil imaginar una sensación tal de desconocimiento, de escapismo, de dejadez de responsabilidad en una autoridad pública. Rajoy en estado puro. La ministra de Gürtel, de los sobres, del jaguar, de las chuches millonarias, la que estableció el estado de excepción sanitaria contra los extranjeros sin papeles... la ministra del ébola. Sí, lo prioritario ahora es resolver la crisis de salud pública. Y tengo el convencimiento de que así se hará en el ámbito sanitario. Y que la trabajadora afectada y su entorno saldrán con bien de este episodio. Otra cosa es el coste que este nuevo despropósito de la banda de Rajoy tenga sobre la exhausta reputación de nuestro país. La prensa internacional se pregunta cómo es posible que haya ocurrido lo que ha ocurrido mientras Europa exige explicaciones al Gobierno de España. Mato agacha la cabeza, mirada perdida sobre papeles pintarrajeados, murmura a diestro y siniestro esperando que otros y otras asuman la responsabilidad por la que ella cobra. Rajoy y su plasma. Lo decía mi amigo Benjamín Marín Pérez: un caso, el de esta tipa, para el estudio universitario. Un caso, más, de indignidad.
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