La brecha de género, la desigualdad entre mujeres y hombres ha crecido notablemente en España desde 2012. El informe anual del Foro Económico Mundial certifica esa tendencia y nos ubica ahora 19 puestos por debajo en el ranquing que elabora sobre igualdad de género respecto de hace tan sólo tres años. Una deriva que en mucho tiene que ver con la exclusión de la agenda pública de las políticas de igualación, cuando no con las iniciativas decididamente desigualadoras impulsadas por los gobiernos derechistas en España, comunidades autónomas y ayuntamientos. Cuando se incumple la ley de Dependencia se crea desigualdad en detrimento de las mujeres. Cuando se paraliza la implantación de la educación infantil de cero a tres años se crea desigualdad. Cuando se anatemiza el derecho de las mujeres a decidir sobre sus entrañas se crea desigualdad. Cuando se reducen sistemáticamente los recursos para combatir la violencia de género se crea desigualdad. Cuando se renuncia a la paridad en las instituciones se crea desigualdad. Cuando se desmantelan servicios públicos esenciales se crea desigualdad. Cuando se introduce una reforma laboral que debilita la negociación colectiva y disminuye las posibilidades de conciliar las vidas familiar y profesional se crea desigualdad... Hoy, en nuestro país, los hombres y las mujeres somos menos iguales que hace unos años y lo vamos a ser mucho más si el impacto de muchas de las medidas adoptadas por nuestros gobernantes se consolidan en el tiempo. Porque a la igualdad de género, como a la igualdad social en general, no se llega como consecuencia de conjunciones astrales o circunstancias azarosas sino por la acción pública y el compromiso político por remover desigualdades ancestrales establecidas por una cultura machista enraizada durante siglos. Ayer muchas, y también muchos, exigimos como cada 8 de marzo el fin de la obscena brecha que nos hace social, cultural, económica y políticamente desiguales y perpetúa la discriminación hacia las mujeres. Y lo seguiremos haciendo cada día, sin renuncias y con memoria.
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