Es imprescindible y urgente que la Generalitat muestre el contrato suscrito con Ryanair para operar en el aeropuerto de Castelló. Que atienda la exigencia del PSPV de dar transparencia a ese acuerdo comercial para conocimiento de la sociedad. Hace cuatro años Fabra, el condenado, inauguraba el aeródromo de Vilanova-Benlloch junto a Francisco Camps, el amigo del alma del Bigotes. Lo hacía a bombo y platillo. Era el aeropuerto para las personas, el aeropuerto peatonal, el aeropuerto del abuelito. Cuatro años después deberían haber llegado 2,4 millones de viajeros, según los cálculos que la propaganda oficial vendía entonces. Nada, ha llegado la nada. Ahora, a dos meses de las elecciones, como entonces, dicen que han contratado con Ryanair para operar en él dentro de medio año. Convendréis conmigo que es razonable la duda, conociendo el modo de hacer de está gente. La duda respecto de la veracidad del contrato y de las condiciones suscritas. Ni Fabra, Alberto, ni Moliner, el jefe gaviota en Castelló, ni nadie entre ellos tienen la credibilidad necesaria para que asumamos sin más sus anuncios. Son ya demasiados años de mentiras, oscurantismo y aprovechamiento zafio de todo cuanto tienen a su alcance para engañar a la ciudadanía. ¿Por qué hemos de creerlos ahora? Que muestren públicamente el contrato, ya. Es cuestión de transparencia. Ni más, ni menos.
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