20 enero 2015

Albinoni, su adagio y la impostura

Muchos de nosotros conocimos a Albinoni a través de su adagio en sol menor. Nos enamoramos de la música barroca escuchando las notas compuestas por el veneciano a principios del XVIII. El adagio, el Canon de Pachelbel y el Aria en re menor de Bach forman una tríada adictiva que no deja de resonar en nuestras cabezas. Resulta, sin embargo, como bien sabéis, que el bueno de Albinoni no escribió ni una sola de las notas del adagio; ni siquiera conoció de su existencia ya que habrían de pasar casi de dos siglos desde su muerte hasta que Renzo Giazzoto compusiera la pieza. Ni era de Albinoni ni fue escrita e interpretada en el Barroco. Fue el editor de la obra de Giazzoto quien la vinculó con el músico veneciano en una operación de marketing sin duda exitosa. No siempre lo que parece ser es. No siempre lo que nos dicen que es lo es realmente. Hoy Albinoni es fundamentalmente conocido por algo que nunca escribió. Puede que sea intrascendente y es cierto que ese trabajo compuesto a mediados del XX nos acerca como pocos a la Europa del XVIII. Pero parte de una impostura. Una apariencia de realidad basada en una verdad a medias o en un engaño intencionado. Así en esto como en tantas cosas, el marketing obra milagros. Lo llamarán inteligencia comunicacional. Es posible, hay nombres para todo, pero a Albinoni lo que es de Albinoni y a Giazzoto lo que es de Giazzoto. Que se sepa.



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