Gregorio Peces-Barba, en los párrafos finales de La España civil (Barcelona: Círculo de Lectores, 2005): "La España civil es la utopía del liberalismo y del socialismo, que otros países han visto como real y que en España siempre se vio frustrada hasta 1978. Estamos impulsando la plenitud de los valores de la modernidad; en eso consiste la España civil. Es la utopía de la seguridad, la utopía hobbesiana. Es la utopía de la libertad de la burguesía ascendente, que quiere el poder político y consigue plenamente la democracia liberal y la abre a todos los ciudadanos. Es la utopía lockiana generalizada. Es también la utopía de la igualdad, originariamente de la clase trabajadora, para disfrutar realmente de la libertad formal que se había otorgado a todos a partir de 1789. Es la utopía del socialismo democrático, la de Héller, Laski y Fernando de los Ríos. Es, finalmente, la utopía de la solidaridad, la de los movimientos sociales que quieren llevar adelante un mundo en condiciones para las generaciones futuras [...]. El impulso moral que supone la España civil implica el rechazo de lo peor del presente y la esperanza de lo mejor, es la condición para que la espera pueda ser esperanza [...]. Es también una ilusión para que no triunfen siempre los realistas, ni los cínicos y los posibilistas de cualquier calaña. Como dijo Weber en 1918, 'toda experiencia histórica confirma la verdad de que el hombre no hubiera obtenido lo posible si no hubiera pugnado una y otra vez por alcanzar los imposible'."
No hay comentarios:
Publicar un comentario