Ayer el president Fabra propuso la reducción del número de diputados en Les Corts como medida para salir de la crisis. Lo dijo el jefe del Consell ante los 11 diputados imputados de su grupo parlamentario, aunque es fácil imaginar que no pensaba en ellos al proponerlo. El PP está decidido a acelerar la descomposición institucional del Estado para así sintonizar con la ola de descreimiento hacia la política que progresivamente se adueña de nuestra sociedad. Dicen luego que quienes ocupan las calles son alborotadores violentos antisistema. Lo dice quien con sus actos alienta a diario la quiebra de nuestro modelo de convivencia. La democracia, amigos, lo he reiterado desde aquí en muchas ocasiones, su deterioro sin límite va a ser el mayor de los tributos que vamos a pagar en esta crisis. La democracia social y política peligra gravemente si no somos capaces de reinventarla para hacer frente con la contundencia debida a sus enemigos. Esa sí que es una urgencia nacional. De lo contrario, el escenario después de la batalla puede ser desolador, inhabitable.
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