El procesamiento de Rafael Blasco

Parece que otra vez (y van ya muchas) la Justicia está marcando la agenda política e institucional de Alberto Fabra. La jueza del caso Blasco ha decidido ya procesar al mandamás popularista por uno de los asuntos turbios que pasaron por sus manos mientras ocupaba plaza a la diestra de Camps en el Consell de la Generalitat. Otros, asuntos, siguen todavía su camino judicial y acechan en lontananza al diputado imputado. Pero llegarán. Como llegó el que va a ser juzgado de inmediato en relación con los dineros públicos entregados a la Fundación Cyes para financiar acciones de cooperación solidaria en Nicaragua y que acabaron comprando pisos en Valencia. El president Fabra sabía que iba a llegar este momento, mejor que nadie. Porque sabe perfectamente, al menos desde que la diputada socialista Clara Tirado lo denunciara en Les Corts y ante la Fiscalía hace tres años, que Blasco anda metido en un lío monumental. La cuestión es otra vez la misma: ¿qué motivos tiene Fabra para seguir manteniendo la retahíla de imputados e imputadas de su grupo parlamentario a sabiendas de que las pesquisas judiciales acabarán por sentarles en el banquillo de los acusados? Blasco va a ser el cuarto miembro de los gobiernos de Camps procesado en menos de dos años. ¿Qué teme y a quién el jefe de la derecha? Tal vez haga cálculos y piense que le viene a cuenta está forma de actuar en relación con las cuitas internas de su partido. Pero está, con su incapacidad, desangrando inmisericordemente la vida política e institucional valenciana. ¿Por qué?

Antonio Clemente y Esteban González Pons presiden el Comité de Campaña del PPCV. 18 Agosto 2011. En flickr > Partido Popular Comunitat Valenciana. Este archivo está disponible bajo la licencia Creative Commons Atribución 2.0 Genérica