El Gobierno, ETA y las hipotecas

No ha habido colectivo que haya manifestado su oposición a las políticas del Gobierno que no haya sido de algún modo criminalizado por los de Rajoy. Ayer la delegada gubernativa en Madrid, Cristina Cifuentes, dijo que la Plataforma de Afectados por la Hipoteca estaba vinculada con el entorno de ETA. Se sumaba así a la campaña de descrédito montada contra esa organización por las terminales mediáticas de la derecha. Una cosa es discrepar de los métodos o de los planteamientos de la plataforma liderada por Ada Colau y otra, bien distinta, asociarla a quienes durante décadas sembraron de muerte y dolor nuestro país. Y si eso resulta inaceptable en boca de los gacetilleros del régimen, se convierte en nauseabundo dicho por el propio Gobierno. Ya sé que a estas alturas nada cabe esperar de esta banda de pirómanos transmutados en honorables gobernantes, pero no me resisto a aceptar la costumbre instalada de la vejación pública contra todo aquel o aquella que se oponga a los designios de las gaviotas. Durante los dos meses que el 15M ocupó las plazas de media España no se escuchó decir a ningún responsable público del Gobierno de Rodríguez Zapatero descalificación alguna respecto del movimiento de protesta ciudadana, aun a sabiendas del desgaste político que representaba para sus intereses. Hoy se han convertido en moneda corriente las arremetidas furibundas de la gente de Rajoy contra todo tipo de disidencia. Es políticamente inaceptable y socialmente deleznable. ¿Qué pensarán los miles de servidores del pueblo vasco que durante décadas han sufrido en su piel la opresión etarra cuando escuchen al Gobierno comparar a la PAH con los verdugos de ETA?