27 marzo 2013

Los cachorros del fabrismo y el regreso del macarthismo

#quenotelien La campaña iniciada por los polluelos de las gaviotas en Castellón reclamando entre los escolares la delación anónima contra aquellos profesores que les "adoctrinen" poniendo en cuestión las políticas gubernamentales, es una muestra más de la deriva autoritaria y antidemocrática en que se ha instalado la derecha. Los mismos que vociferaban contra la educación para la ciudadanía de Zapatero argumentando que era puro adoctrinamiento equiparable a la "formación del espíritu nacional" franquista, promueven ahora la denuncia anónima de los estudiantes contra sus maestros. Una degeneración del sentido de la democracia que pone los pelos como escarpias viniendo como viene de los cachorros del fabrismo. Ayer ni el presidente provincial del PP, Javier Moliner, ni el jefe de la derecha y del Consell valencianos, Alberto Fabra, tuvieron la decencia política de afear la conducta de sus muchachos, limitándose a decir que aquellos profesores que no hagan lo que no deben no han de preocuparse. Un respaldo en toda regla al matonismo de la peor especie, a la cacería del disidente fomentada ya desde la infancia. Así, día a día, golpe a golpe, se sitúan cada vez más extramuros del sistema. Como ciudadano, como demócrata y como empleado público al servicio de la Generalitat Valenciana exijo de mis gobernantes que pongan fin a este despropósito y que recuerden, si les queda razón y voluntad para ello, que gobiernan en un Estado de Derecho.

Joseph Raymond McCarthy, por United Press. Library of CongressDocumento en el dominio público.


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