#Wert #LOMCE - Me produce un inmenso dolor cívico seguir escuchando la cantinela de moda sobre el fracaso de las políticas educativas de la democracia en España. Dolor y hartazgo. Es el gran triunfo de la derecha. Celebrado con cinismo extremo esta semana respecto del informe sobre las habilidades cognitivas de la población adulta (que nos sitúa entre Francia e Italia, por sí hay algún despistado). La LOGSE, se afanaron en señalar, y propios y extraños se aprestaron a comprar la especie. La culpa de los políticos, claro. No de una dictadura miserable y cruel que tapió las ventanas de la cultura para que nadie supiera. No quienes la apoyaron y la siguen exaltando, no no son ellos, son los políticos de la democracia. Y, por supuesto, todos, todos ellos. No aquellos que hoy, como en 2002, han aprobado una ley retrógrada solos, sin la más mínima voluntad de consenso parlamentario, para tumbar la ley que todos los demás, todos, habían votado hace 6 años. No quienes en 1995, al llegar a los gobiernos autonómicos se juramentaron para dinamitar la LOGSE, nacida también del consenso de todos menos de ellos. Ya está bien, ya vale!!! Lo peor, quienes a esto se apuntan al grito de a las barricadas sin ser conscientes, espero, de que es esto lo que quieren
Rajoy,
Wert y
Rouco: que acabemos convencidos de que la política sólo nos trae problemas y que lo mejor, como decía el dictador, es no meterse en ella. Resumiendo: uno, la educación en España no es una ruina, quieren que lo sea para liquidarla. Dos, la educación en España no está maltratada por los políticos sino por unos políticos concretos. Y tres: si seguimos esperando que esto sea Finlandia, estamos apañados; ni Alemania, ni Francia, ni los Estados Unidos, pongo por caso, lo son.
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Una clase en una escuela rural en el siglo XIX. Uruguay, 1890. Uruguay Educa. |
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