30 abril 2014

Casi 700.000 hombres y mujeres en paro en el País Valenciano. ¿Fabra? Bien, gracias

Casi 700.000 hombres y mujeres en paro. El 28 por ciento de la población activa valenciana. 41.000 empleos destruídos en los tres primeros meses del año. Esas son las cifras escalofriantes de arroja la Encuesta de Población Activa del primer trimestre de 2014 en relación con el País Valenciano. Es verdad que el número de desempleados ha disminuído en 2.700 personas desde el mismo trimestre de 2013, una gota de sacarina en un tonel de salitre. Dice Fabra que todo apunta a la recuperación y que está satisfecho. Santa Lucía le conserve la vista y que alguien le ayude en lo del entendimiento. A él y a los argumentaristas del cuartel general gaviota. Doblado el cabo de Hornos, que diría Mariano Rajoy, seguimos a la deriva. Todos sabemos ya que no es fácil, que no es cuestión de magia. Lo sabíamos muchos cuando otros, más, les dieron poder absoluto al grito de ¡Viva el PP, muera el paro! Ahora seguimos en las mismas y peor, mucho peor. Sabemos que no hay ni habrá atajos y que ninguna solución pasada va a servir para generar empleo masivo y duradero en el tiempo de la competencia y la automatización globales. Imaginar y compartir, diferenciar e integrar son los fundamentos de la nueva época. Una certeza. Y otra. La reputación. La imagen que tienen de ti los otros, la imagen que construyes tú ante la mirada de otros. No sólo cómo quieres que te vean, también cómo te ven. Y ahí la Comunitat Valenciana soporta el estigma de la depravación política de los años de la indecencia. Nada podrá ser si no comenzamos por aquello que sólo depende de nosotros. Nada será si no rompemos radicalmente con ello. El empleo no vendrá sólo con eso, pero no habrá dignidad en el futuro ni expectativa sostenible si no lo hacemos. Sin magia, con mucho esfuerzo, mucha decencia y mucha valentía.

(Anti) Jubilee Souvenir. Reino Unido, 1935. The National Archives, vía Flickr. La celebración de los 25 años de la coronación del rey Jorge V con grandes fastos coincidió con la grave depresión iniciada con el crac del 29. Muchos se opusieron el gasto público asociado a la familia real. Documento en el dominio público.

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