Esta noche, a las 10:30 en TVE, la candidata socialista al Parlamento Europeo
Elena Valenciano y el candidato popularista
Miguel Arias Cañete debatirán sobre sus respectivas visiones de Europa y las políticas que precisa en los próximos años. Es eso lo que de ellos se espera: la confrontación de dos modelos, dos formas de entender la construcción europea. Siendo eso lo sustancial permitidme recordar que es este el primer debate electoral de ámbito español que se celebra estando el PP en el Gobierno. Y que se hace a pesar de las imposiciones unilaterales de la derecha en su organización. Nunca anidando las gaviotas en La Moncloa habían tenido a bien hacerlo. Lo que es normal en cualquier democracia desde hace décadas sigue dependiendo aquí del interés de una derecha que siente aversión por la normalidad democrática. La misma, de la derecha digo, que quiere extender su política de liquidación de derechos a las redes sociales. El dislate del ministro
Fernández Díaz amenazando a tuiteros y demás grey ciberespacial con perseguirles si dicen lo que no deben es antológico. Quienes han convertido los medios de comunicación en pasto de la difamación, la agitación y el insulto con toneladas de casquería nacionalcatólica vomitada a diario en tertulias sin fin quieren ahora meter mano en el mundo 2.0 para censurar las malas formas. Un alarde de hipocresía y cinismo sólo al alcance de tan píos, castos y devotos gobernantes. Una recomendación: miren antes bien en su casa, no vaya a ser que encuentren en ella el germen de muchos de los incendios verborreicos que dicen querer apagar. Aquí, en el País Valenciano, conocemos a más de uno.
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