Impresoras 3D: nuevos tiempos y nuevos códigos

#impresoras3d  Mucho se viene hablando últimamente de una tecnología que va a cambiar radicalmente nuestra forma de vivir. Las impresoras en tres dimensiones están abandonando los centros de investigación de alto nivel para comenzar a instalarse en la cotidianidad. Aún pasará un tiempo hasta que la impresora 3D se generalice en nuestros hogares, pero, como ocurrió con el ordenador, el móvil o internet, no tengo la más mínima duda de que más pronto que tarde las encontraremos en nuestras casas. No podemos siquiera imaginar el tiempo que abrirá la popularización de la impresión tridimensional, su incidencia en los modelos de producción y distribución de bienes en el mundo, los controles sobre la calidad y la legalidad de aquello que podremos producir en el comedor de nuestra casa... Son tan profundos y tan radicales los cambios que estamos viviendo desde los primeros años 80 que sólo la ingenuidad, la pereza o la ceguera más absoluta pueden llevar a plantear soluciones del pasado a los enormes problemas que tenemos planteados. El futuro está aquí, para lo malo y para lo bueno, y no por negarlo vamos a dejar de vivirlo. Hoy ya el tiempo y el espacio son muy distintos a lo que entendíamos hace 15 o 20 años. Vivimos en estado de inmediatez. Y vivimos, también, la creciente desintermediación, la posibilidad de comprarte un libro, organizarte un viaje, encargar la lista de la compra o hacer la declaración de la renta sin salir de nuestra casa. Estamos viviendo un período revolucionario. Facebook nació en 2004, Twitter en 2006... Todo cambia. También la política, radicalmente. Quien no sepa entenderlo, quien no comprenda el sentido del nuevo tiempo y sus nuevos códigos, quedará en el pasado.