22 junio 2013

Mario Edo

No has podido, Mario, ganar tu última batalla. No has podido encontrar la salida del laberinto al que te llevó la enfermedad. "No sé si saldré de esta, Toni" me decías cuando Aurora y yo te visitamos en La Fe hace apenas 10 días. Eran evidentes ya las magulladuras que en tu cuerpo, grande, fuerte, imprimía el mal. Pero mantenías el ánimo, tu socarronería impenitente, esa fuerza interior que te ha llevado a mil batallas en defensa de lo que creías justo. Hoy Anna me decía que has luchado hasta lo que no podríamos ni imaginar. Lo imaginamos, Mario. Porque para ti la vida sin lucha, sin entrega, sin determinación, no era vida. Así en lo cotidiano como en la política. Vocación socialista, compromiso socialista, pasión socialista. Hace unas horas Pepe Griñán te despedía en un tweet con cariño y admiración, Mario. Te echaremos mucho de menos, amigo. Te recordaremos en Anna, en tus hijas, en Jose, en cada rincón de Fanzara y, siempre, en lo mucho que nos has dado. No te olvidaremos, compañero, amigo.

Con Mario Edo y Susana Ros, en las fiestas del Calvario de Fanzara. 2011.

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