#fabraincapaz Ayer parecía un buen día para el president Fabra. Foto con los nóbeles jurados de los Premios Jaime I. Reducción en 10.000 personas del número de parados registrados en el INEM en el País Valenciano. Un día de alivio entre tanta tempestad. Al día siguiente las portadas de los medios podrían asociar a Alberto a informaciones positivas. Era una posibilidad que, de nuevo, se desvaneció. Otra vez los fantasmas familiares se manifestaron para cubrir de lodo tóxico la imagen de la Comunitat. La Abogacía de la Generalitat hacía pública a mediodía su petición de 11 años de cárcel y 31 de inhabilitación para Rafael Blasco, muñidor del "efecto Zaplana" durante los últimos 90s, conseller de Bienestar Social, Territorio, Sanidad y Cooperación durante los 2000 y portavoz popularista en Les Corts hasta hace cuatro días. Ahí es nada. Dice la abogada de la Generalitat que este hombre adjudicó contratos irregularmente a los suyos en todas las consellerías por las que ha pasado. Vamos, dice la Abogacía lo mismo que la Fiscalía, y lo que viene denunciando y acreditando el PSPV y el resto de la oposición desde hace años, frente al desprecio y la negativa de las gaviotas. Siendo esta una noticia de calado profundo, lo peor estaba por llegar. Y es que el PP no podía defraudar. El Grupo Popular en Les Corts mantiene a Blasco como diputado "hasta que comience el juicio oral". De tal forma que el Gobierno del Molt Honorable president Fabra pide pena de cárcel para él y el partido que preside el mismo Fabra lo mantiene en el escaño. Jekyll y Hyde a la valenciana. No puede durar muchas horas esta situación, no me cabe duda, pero resulta estremecedor constatar hasta qué punto está enredada la madeja de la corrupción con los equilibrios de poder en el partido de los corruptos. Blasco no es enemigo fácil; acumula tanto de tantos, información y favores, que no va a apartarse con discreción. Y una duda, antes de terminar: ¿de verdad Fabra no sabía nada sobre las andanzas de Blasco durante tantos años? Qué raro. Salud y buen día.
"Si no se conoce la causa de los fenómenos, las cosas se manifiestan secretas, oscuras y discutibles, pero todo se clarifica cuando las causas se hacen evidentes". Louis Pasteur
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