El Gobierno vasco ha convocado estos días las oposiciones para el acceso a la función pública educativa. 500 nuevas plazas de profesores para la enseñanza pública. Aquí el president de la Generalitat dijo ayer que "no podemos permitirnos el lujo de contratar a más profesores". Para Fabra es un lujo lo que para otros es un deber de interés público. Digo yo que el subconsciente jugó una mala pasada al jefe del Consell, ocupado como esta a diario en gestionar los lujos de Blasco, Crespo, Castedo o el otro Fabra. Porque son esos "lujos" generados por la corrupción institucionalizada de la derecha valenciana lo que nos priva ahora de esos otros "lujos" que precisamos para no renunciar al futuro. No, no estamos como estamos por la crisis; el desastre se ha engendrado durante las casi dos décadas de poder absoluto de la derecha en el País Valenciano. Los recursos de que hoy carecemos para navegar con dignidad durante la crisis son los recursos dilapidados por una gestión nefasta o directamente saqueados por políticos carentes de todo sentido ético. Dice el president que hemos de restablecer la reputación de nuestra tierra. Pues eso, que se aplique en ello. Tiene mucho trabajo por delante. Ah, se me olvidaba: el departamento vasco de Sanidad ha convocado también esta semana oposiciones para 1.500 plazas en el Sistema Vasco de Salud. Otro lujo asiático.
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