En una entrevista publicada ayer por El País George Soros insistía en los efectos catastróficos que están teniendo para la Europa unida las políticas de restricción del gasto público imperantes en la eurozona. Coincidía Soros con las advertencias del Fondo Monetario Internacional sobre la incapacidad de los gobiernos europeos para reactivar la economía. La sociedad del Viejo Continente, entregada a políticas de recortes sin fin desde 2010, se ha convertido en una rémora para el crecimiento de la economía mundial. La constatación irrefutable de que tantos sacrificios, tantas historias personales truncadas sobre el altar de la mal llamada austeridad, están resultando vanos para reconducir la situación terminará por arruinar irreversiblemente a la Unión. La ceguera del poder político y financiero europeo, enrocado en una actitud calamitosa de liquidación a ultranza del modelo social que nos ha hecho diferentes en el mundo, está alejando hasta tal punto a la ciudadanía del compromiso europeista que hoy resulta difícil imaginar que un día se recupere el impulso necesario para restañar las heridas provocadas por estos años negros. Los europeos han dado muestras sobradas a lo largo de la Historia de lo que son capaces de hacerse los unos a los otros en tiempos de división y de zozobra. Quienes hoy imponen esta estrategia de autodestrucción deberán asumir ante las generaciones futuras la responsabilidad de cuanto ocurra bajo el manto oscuro de sus políticas.
Niccolo Caranti. George Soros, Trento, 2012. Wikimedia. Bajo licencia Creative Commons CC BY-SA 3.0. |
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