#Maseducacion #fabraincapaz - El comienzo del curso ha servido a Alberto Fabra para exhibirse como el president tablet, el que ha introducido las tabletas digitales en las escuelas valencianas. Tiene el sistema educativo público en estado de coma tras lustros de abandono, con el dudoso honor de ser la primera administración autonómica que suprime las becas para libros de texto, pero Fabra saca pecho con lo de las tablets. Sólo 1.000 de entre 435.000 estudiantes de Primaria y Secundaria podrán usar esas tabletas pagadas por sus padres, pero el Consell se ha cogido a ese clavo ardiendo para hacer ver como que hacen algo para mejorar la enseñanza. Hace cuatro años el Gobierno valenciano rechazó el uso de ordenadores portátiles subvencionados por el Gobierno de España en las aulas de los colegios valencianos; sólo el Consell y el gobierno murciano, de entre todos los autonómicos, se negaron a conveniar ese plan que beneficiaba a nuestros estudiantes (podéis leerlo en mi post Miopes). Venía de Zapatero y había que reventarlo. Ahora celebran lo de las mil tabletas (que, insisto, paga cada familia... ¡hay que ser desvergonzado!) para ocultar las mil carencias que están desangrando nuestro sistema educativo. Fabra, ayer, alardeaba de cumplir con sus obligaciones al inaugurar el curso en un colegio de nueva construcción de Castellón que llevaba seis años en barracones, y decía allí que la Generalitat es la que más invierte y mejor lo hace en Educación tras década y media encabezando las listas de fracaso escolar. Parece que el Molt honorable no ha aprendido de sus mayores este fin de semana en Buenos Aires: mentir es mala cosa y si además se hace con desmesura acaba por convertir en patético aquello que parecía grotesco.
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