No ha podido evitar el president Fabra echar mano del Photoshop para convertir la Comunitat en el mundo de Yupi. Tanta era la necesidad del Molt Honorable de reinventar la realidad valenciana para diluir las tinieblas del fracaso que ha llegado a incumplir la normativa sobre estadísticas oficiales para hacer un uso partidario de los datos de desempleo registrado. Anda vendiendo la buena nueva del descenso del paro en las oficinas del INEM (noticia que, en sí misma, es sin duda positiva) para atribuirla a las bondades de sus políticas. Estamos ya encontrando la salida al laberinto, dice. Ójala así fuera, pero nadie más que su Gobierno lo cree. Ni los sindicatos, ni la patronal, ni los analistas de la coyuntura lo comparten. El País Valenciano ha empezado 2013 con 60.000 parados más que hace un año, llegando al 28 por 100 de la población activa, 3 puntos por encima de la media española; tiene hoy una tasa de desempleo juvenil superior al 50 por 100; nuestra deuda pública es la mayor en relación con el PIB de todas las Comunidades Autónomas; hemos perdido 6.000 autónomos en 2012, víctimas en buena medida de los casi 800 millones de euros que les adeuda el Consell; siguen nuestras instituciones abiertas en canal por el rosario de corruptelas, saqueos e indecencias practicadas por mil y un aprovechados del partido gobernante; se adeudan 900 millones de euros a nuestras universidades... Este es el negro país de Yupi que Alberto Fabra quiso colorear en su mensaje de Año Nuevo.
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