El desmantelamiento del sistema sanitario público por parte de la derecha gobernante continúa su camino. La implantación del repago en el transporte de los enfermos a los centros hospitalarios para seguir sus tratamientos oncológicos o de diálisis introduce nuevos factores de discriminación en nuestra sociedad. Y va a castigar de forma muy significativa a los ciudadanos y ciudadanas de las áreas rurales de nuestro país. Lo que viene ocurriendo con la sanidad pública durante los últimos meses, como en otros ámbitos, evidencia el valor de lo conseguido antaño y la vulnerabilidad de las conquistas sociales si no son defendidas convenientemente por la ciudadanía. Cuando el pueblo entrega el poder a quienes tienen sobradamente acreditada su aversión hacia el interés general les capacita para liquidarlo. La responsabilidad de los ciudadanos está en la defensa de lo de todos frente a quienes quieren el beneficio de la minoría. El pánico y la mentira son atenuantes de esa dejación de responsabilidad pero nunca eximentes. Porque la gente debe saber que cuando decide entregar la llave del gobierno a unos o a otros legítima unas u otras políticas, se corresponsabilidad de lo que sus elegidos hacen. Es imperativo que, de una vez por todas, aprendamos esta primera lección de la democracia.
29 septiembre 2012
27 septiembre 2012
Transparencia y verdad
Ayer tuve la oportunidad de asistir a un coloquio organizado por ACICOM en Valencia sobre la transparencia. José Ignacio Pastor y su asociación quisieron celebrar así el Día del Derecho a Saber, reuniendo a un elenco de especialistas de alto nivel sobre la materia. La lucha por la transparencia es una de las batallas vitales para la refundación de nuestra democracia. Exigir y conseguir de los poderes públicos y del conjunto de actores sociales y políticos la apertura real al escrutinio público con claridad, sin ocultismo es piedra angular de la regeneración democrática que necesitamos. Es un derecho vital de la ciudadanía que exige verdad para restaurar la confianza en el sistema. Y digo verdad porque no sólo es una cuestión de acceso a la información sino de conocimiento veraz y de calidad. Cuando los gobiernos o los partidos políticos o los bancos o los sindicatos o las empresas o cualesquiera de las organizaciones en que se vertebra la sociedad ocultan información para adulterar la realidad están quebrando la esencia misma de la democracia haciéndola inviable. Y esto, que siempre ha sido así, cobra en el tiempo que vivimos un valor determinante. Ah, un dato: Transparencia Internacional ha situado a la Comunidad Valenciana en la cola de las Comunidades españolas en esta materia. También en esto.
La democracia en peligro
Ayer el president Fabra propuso la reducción del número de diputados en Les Corts como medida para salir de la crisis. Lo dijo el jefe del Consell ante los 11 diputados imputados de su grupo parlamentario, aunque es fácil imaginar que no pensaba en ellos al proponerlo. El PP está decidido a acelerar la descomposición institucional del Estado para así sintonizar con la ola de descreimiento hacia la política que progresivamente se adueña de nuestra sociedad. Dicen luego que quienes ocupan las calles son alborotadores violentos antisistema. Lo dice quien con sus actos alienta a diario la quiebra de nuestro modelo de convivencia. La democracia, amigos, lo he reiterado desde aquí en muchas ocasiones, su deterioro sin límite va a ser el mayor de los tributos que vamos a pagar en esta crisis. La democracia social y política peligra gravemente si no somos capaces de reinventarla para hacer frente con la contundencia debida a sus enemigos. Esa sí que es una urgencia nacional. De lo contrario, el escenario después de la batalla puede ser desolador, inhabitable.
25 septiembre 2012
La ciudadanía quiere saber
Hoy comienza en Les Corts el debate de política general, el debate del estado de la Comunitat. Tendrán ocasión en él los grupos parlamentarios valencianos y el Govern de la Generalitat de debatir sobre la realidad social e institucional de nuestro país. Una oportunidad de oro para trasladar a la ciudadanía el grado de compromiso de nuestros representantes y de nuestros gobernantes con la vida de los cinco millones de valencianos y valencianas que les dieron legitimidad. El president Fabra, los sindics de los distintos grupos, el Parlamento en pleno deben saber que no tienen margen de error. Que la sociedad ni entendería ni consentiría una huída de la realidad para ocultarse tras el debate hueco y la farsa. Que la gravedad del momento no permite fuegos de artificio ni excusas de mal pagador. La ciudadanía quiere saber que piensa hacer el Consell para salir del caos, el desconcierto y la postración en que se encuentra el País Valenciano. Quiere saber qué estrategia tiene el president para recuperar la reputación mancillada y humillada de esta tierra por los lustros de soberbia, saqueo y desgobierno que han arruinado nuestro futuro. Cómo piensa garantizar los servicios públicos que pagamos con nuestros impuestos. Cómo erradicará la corrupción que anida en su forma de entender la política. Cómo contriburá a dinamizar la actividad económica. Si Fabra es incapaz de dar respuesta o de trasladar certezas razonables a la gente habrá perdido definitivamente su ya menguada capacidad de liderazgo. Y agudizará, todavía más, la quiebra de confianza de los ciudadanos hacia la política. Eso es lo que nos jugamos.
24 septiembre 2012
No quieren ciudadanos
¿Por qué esa fijación de la derecha española contra la educación para la ciudadanía? ¿Por qué esa voluntad obsesiva de privar a nuestros hijos y a nuestras hijas de esa formación clave para su vida en sociedad? España volverá a ser una excepción en Europa tras la contrarreforma educativa de Wert. Hicieron cuanto pudieron para abortar su implantación desde el primer día y acaban de erradicarla del currículo de la Primaria. Dicen que es una asignatura politizada en su origen y que cómo vamos a inyectar el veneno de la política a tan tiernos infantes. Ya lo decía el dictador: "Mejor no se meta en política". Mejor súbditos que ciudadanos. La estrategia del PP contra la política no quiere resquicios. Es una cruzada liquidacionista. No quieren ciudadanos, quieren contribuyentes y consumidores adocenados en su individualismo insolidario.
20 septiembre 2012
España-Cataluña: y ahora... ¿qué?
La escalada de declaraciones cruzadas que se inició con la multitudinaria manifestación de la Diada catalana augura un escenario convulso que en nada va a ayudar a resolver la problemática relación entre Cataluña y el resto de España. Unos y otros han abierto un tiempo en el que los halcones se muestran dispuestos a la confrontación y parecen renunciar a la negociación de salidas razonables para una crisis que ha eclosionado en el peor de los escenarios posibles. La incapacidad que ayer mostraron Rajoy y Mas para alumbrar siquiera espacios de mínimo entendimiento allana el camino a quienes prefieren las palabras gruesas y las demostraciones de fuerza que acabarán por provocar más dolor y más insatisfacción entre la ciudadanía. Aquellas mesas petitorias contra Cataluña, aquellos brindis con cava no catalán, aquellos recursos contra la convicción nacional de millones de catalanes y catalanas fueron los polvos de estos lodos en los que Mas y los suyos creen haber encontrado el santo grial con que purgar los desastres de su Gobierno. Hubo un tiempo en el que las gaviotas hicieron mofa y escarnio del talante, de la voluntad de negociación, del sentido de la mesura. Y ahora... ¿qué?
19 septiembre 2012
Santiago Carrillo
Es posible que en un universo paralelo Ernest Lluch y Santiago Carrillo estén tertuliando sobre la complejidad del tiempo que vivimos. Lo harán, sin duda, con la socarronería mediterránea de Ernest y el humor sobrio de Santiago y, siempre, con la sabiduría de esos hombres y mujeres irrepetibles que contribuyen de manera determinante a la construcción de la memoria colectiva de un pueblo. Santiago murió ayer. Casi cien años de compromiso cierto con la democracia y el progreso. Cien años de una vida dedicada a la política, con aciertos y errores, pero siempre con la voluntad inquebrantable de servir a la causa de la dignidad de los trabajadores y de la igualdad de todos y de todas. Murió Carrillo y nos deja huérfanos de su prodigiosa lucidez. En ese mundo paralelo él, Lluch, Peces Barba, Tomás y Valiente, Solé Tura, Tierno seguirán soñando en con los valores republicanos, con la virtud de la libertad y del compromiso público que nos enseñaron. Y Marcelino, y Dolores, y Frederica y tantos hombres y mujeres públicos y anónimos que nos legaron tanto. Hoy, en este tiempo de relativismos éticos, de desapego a lo público, de desentendimiento de las causas comunes, de denigración sin fin de la política, hoy, digo, es más necesario que nunca reivindicar nuestro panteón republicano, nuestro senado de hombres y mujeres ilustres. Santiago, tú sentido de la dignidad y de la patria nos acompañará siempre.
Alberto Fabra, el AVE y Castellón
A estas alturas ya uno está curado de espanto. Pero lo del PP valenciano con el AVE a Castellón es de un cinismo fuera de toda consideración. Durante años convirtieron el tema en el estandarte de su cruzada contra del Gobierno socialista de Zapatero. Lanzaron todo su potencial mediático (que en Castellón es abrumador) para proclamar la, según ellos, discriminación insoportable que padecía la provincia por la no llegada de la alta velocidad ferroviaria: "sin AVE no hay futuro", "sin AVE no podemos generar riqueza", decían. Eran los años, ya en plena crisis, en que el Gobierno llevó el AVE a Valencia. Eran los años en que el Gobierno, acuciado ya por la crisis de la deuda, buscó alternativas financieras dentro y fuera de España para traer el AVE a Castellón. Eran los años en que el Gobierno, acusado aquí por los Fabra y su séquito mediático-partidario de traidor, diseñó una estrategia detallada y planificada para desarrollar el Corredor Mediterráneo, y dentro de él el AVE Valencia-Castellón-Barcelona, antes de 2020. Ahora quienes aquello decían mientras eso se hacía dicen que no saben ni cuándo ni cómo unirán las dos principales ciudades del arco mediterráneo español con alta velocidad. Se veía venir desde que la ministra Pastor, al poco de llegar a Fomento, bloqueó en Europa la financiación del corredor; nuestro AVE sólo tiene sentido ahí, y sólo como parte del corredor mediterráneo recibirá la imprescindible financiación europea. La derecha no entiende la España en red; para ellos nuestro corredor no es prioritario. Y el AVE a Castellón tampoco. Resulta patético recordar ahora a Alberto Fabra simulando liderar a las ciudades del corredor mediterráneo en aquellos actos de propaganda celebrados en la capital de La Plana. Debe andar escondido tras los tapices del Palau de la Generalitat... o no. Es cuestión de dignidad política.
17 septiembre 2012
Madrid-Barcelona: escuchar a la calle
En menos de una semana más de millón y medio de personas han expresado en las calles de Madrid y Barcelona su rechazo al estado de cosas existente. Por razones aparentemente diversas, pero con una fuerza profunda concurrente, ciudadanos y ciudadanas de toda España manifiestan a diario su disgusto por cómo se están afrontando sus problemas. Es un movimiento heterogéneo, difícilmente identificable bajo una única bandera, con aspiraciones a menudo contradictorias, pero que ponen voz al hartazgo de una ciudadanía asustada por un futuro que ve cada vez más lejano. Cometerá un grave error el Gobierno y su partido si, amparándose en lo que llama la mayoría silenciosa, decide ignorar el sentir de quienes se movilizan a diario. También el PSOE y el resto de fuerzas políticas y sociales si no aciertan a interpretar adecuadamente el sentir de una parte creciente de la ciudadanía. Porque no se trata sólo de alegrar el oído de quienes lloran por lo que fuimos y no volveremos a ser sino de recrear la ilusión por el futuro, de refundar las bases de la confianza del pueblo con la democracia, de propiciar una corriente de cambio profunda y sólida entre la ciudadanía que lidere el tránsito a un nuevo modelo de convivencia y de crecimiento. Un tiempo en el que el rigor del vivir no se convierta en un rigor mortis.
14 septiembre 2012
La TDT de Camps y Gonzalez Pons
El grado de desfachatez del personal que anda mal gobernando el País Valenciano durante los últimos 17 años es difícilmente superable. Resulta que andaban las gaviotas revoloteando el estercolero a ver si encontraban algo que llevarse al gaznate en forma de pretendida munición contra los socialistas cuando el Tribunal Supremo ha declarado ilegal la adjudicación de todas las TDTs valencianas realizadas por el Consell de Camps. ¡Ahí es nada! Pasó que el conseller del ramo, González Pons, allá por 2005 le dio a una empresa amiga los expedientes para, digamos, su depuración. Y eso es ilegal. Esa ilegalidad allanó el terreno para un reparto arbitrario entre los afines, que ahora es nulo. Así que casi ocho años después la televisión digital terrestre en la Comunitat es una más de las entelequias montadas por esta gente para vaciar las arcas de la ética y el patrimonio públicos en nuestra tierra. No hay espacio en el que las manos emponzoñadas de esta derecha zafia e indecente no hayan dejado la huella de su desvergüenza. Un saqueo a manos llenas para ellos y sus "amiguitos del alma", que decía el otro. No cabe ya más dilación. Quienes durante años han reído sus gracias y han aplaudido sus torpezas. Quienes durante años han mirado hacia otro lado ant las reiteradas acusaciones de la oposición. Quienes durante este tiempo, con buena fe, han preferido el caballo ganador al cambio han de alzar sus manos y decir ¡Basta ya! Es llegado el momento de que decidan su elección entre la decencia o la inmundicia
13 septiembre 2012
La fuerza de la tradición
Ha tenido suerte el mundo fallero: sus protestas ante el anuncio del president Fabra de que la festividad de San José cambiaría de día para evitar el puente laboral han sido escuchadas. Dijeron desde el Consell que el cambio generaría unos beneficios extraordinarios de cientos de millones de euros y que eso era muy bueno en los tiempos que corren. Los falleros se movilizaron y Fabra ha dado marcha atrás. Me alegro por ellos pero me escandaliza la flexibilidad en esto del mismo Gobierno que ha sido incapaz de cambiar una sola coma de los muchos decretos recortadores de derechos que ha promulgado ante el rechazo generalizado de la sociedad. La gente de las Fallas ha conseguido lo que no han podido los dependientes y sus familias, los padres y madres de alumnos, los empleados públicos, los pensionistas, los universitarios... Es la tradición, dicen. Lamentablemente en nuestra tierra ni la sanidad ni la educación públicas tienen la fuerza de la tradición. Tristemente en nuestra sociedad los derechos de las personas dependientes o de los trabajadores carecen del amparo de la tradición. Desafortunadamente en este país nuestro las conquistas sociales por la igualdad y la no discriminación no gozan del marchamo de la tradición. Al menos eso es lo que creen en el Palau de la Generalitat.
12 septiembre 2012
Cataluña y España
El periódico parisino Le Monde lleva en su portada la "marea independentista" que recorrió ayer las calles de Barcelona. Más de un millón de ciudadanos y ciudadanas catalanes expresaron en la Diada su voluntad de construir una Cataluña independiente del resto de España. Una manifestación histórica que deberá marcar en el futuro la relación bilateral entre los poderes del Estado y el conjunto de la sociedad española con las instituciones y el pueblo catalán. Creo en una Cataluña viable parte de una España viable, pero la deriva emprendida entre separatistas y separadores desde hace años alumbra un camino muy complicado. La obstinación con que la derecha española, y una buena parte de la izquierda, ha despreciado la voluntad nacional de Cataluña y el ventajismo con que otros han blandido el espantajo de la independencia ha generado un estado de cosas de difícil reconducción. Tengo la certeza de que España y Cataluña serían menos en una España sin Cataluña y en una Cataluña sin España. La historia y la realidad actual de una y otra, sus retrocesos y sus avances, no se explican sin esa trayectoria común. Pero para salvaguardarla se precisa de grandes dosis de voluntad de entendimiento, de amplitud de miras, de convicción democrática. Aquellos que promovieron hace pocos años el boicot a los productos catalanes gobiernan España. Es de esperar que en la turbidez de algunas mentes aparezca algún rayo de sentido patriótico.
Espagne et Portugal Divisés en ses principales parties ou Royaumes. Galiciana: Biblioteca Digital de Galicia, vía Europeana. Documento de dominio público. |
11 septiembre 2012
"Pues mire usted...", Mariano
Si lo que pretendían los estrategas de La Moncloa con la entrevista de anoche a Rajoy en TVE era despejar incertidumbres y reforzar el mensaje gubernamental, más de uno debe andar esta mañana maldiciendo la hora en que tomaron esa decisión. El presidente perdió de nuevo la oportunidad de ganar en confianza y credibilidad ante la ciudadanía. Antes al contrario, Rajoy se mostró confuso, desbordado por la realidad, titubeante, falto de convicción, balbuceante. "Mire usted, si a mí me hubieran dicho..." "Mire usted, si yo hubiera sabido..." "Mire usted, yo no quería hacer esto pero..." La imagen del jefe de nuestro Gobierno fue la del capataz intentando convencer a su peonada de que haga esto o lo otro sin saber por qué. La mirada perdida, su encorvamiento en el sillón, la media sonrisa forzada todo contribuyó a debilitar un discurso ya de por sí carente de alma. Rajoy estuvo mal, muy mal. Insistió, también sin convicción, en su recurso favorito: que no sabía cómo estaba esto, que cuando prometió lo que prometió hace nueve meses desconocía a qué se enfrentaba. Entonces habían pasado ya tres años del hundimiento de Lehman Brothers y gobernaba en casi todas las Comunidades Autónomas y la mayor parte de ayuntamientos. O es un mentiroso compulsivo o es un incapaz irrecuperable. "Pues mire usted, yo sólo sé que no sé nada".
10 septiembre 2012
Cohesión y competitividad
La profundidad del abismo que la crisis ha abierto en nuestra economía ha establecido que las decisiones tomadas por los poderes públicos, las empresas y la ciudadanía se valoricen exclusivamente por su eficacia económica. Son buenas, se dice, si generan más ahorro, mejor productividad o mayor competitividad. Y es verdad que esa es una vertiente capital a la hora de afrontar los retos que tenemos por delante. Pero no lo es menos que la liquidación del Estado social derivada de la unilateralidad de esa doctrina acabará por arruinar toda perspectiva de progreso futuro. La cohesión social ha sido la principal ventaja competitiva de Europa durante décadas, la que ha garantizado una razonable igualdad de oportunidades para la mayor parte de la población y la que ha posibilitado el más prolongado periodo de estabilidad en nuestro continente. Esa cohesión, conquistada al amparo de un Estado redistribuidor de riqueza que ha proveído de bienestar a la ciudadanía, sigue siendo nuestro más valioso factor de competitividad en un mundo del que ya no somos la referencia dominante y en el que diversos modelos de desarrollo pugnan por establecer nuevas hegemonías. El Estado social europeo ha de encontrar otros mecanismos redistributivos, nuevas fronteras, nuevas soluciones sí, pero no puede entrar en la memoria perdida de la historia. Nuestro Estado del bienestar ha sido eficaz en la redistribución de la riqueza; ahora ha se serlo también, y de forma perentoria, en la redistribución del conocimiento y de la participación política. Eso nos hará más fuertes frente a nuestros competidores y garantizará más bienestar a nuestros pueblos. Su liquidación nos hará irrelevantes en el nuevo mundo y sembrará de dolor nuestra sociedad.
06 septiembre 2012
Olvido Hornigos
No conozco a Olvido Hornigos. Sé, desde ayer, que es concejala de Los Yébenes por el PSOE y que había presentado inicialmente su renuncia por la puesta en circulación en internet de un vídeo privado con contenido sexual en el que aparece. Ni he visto el vídeo ni sé cómo ha llegado a la Red. Lo que sí que sé es que este episodio alumbra, una vez más, la indecencia de una sociedad que se escandaliza por la libertad íntima y se adocena ante la indignidad pública. Olvido ha perdido la privacidad a manos de quienes, muy probablemente, desconocen el valor de la virtud ciudadana. En esta pira expiatoria en que algunos quieren convertir la vida política no hay límites para el descrédito hipócrita de quienes deciden comprometerse con la comunidad. Un Gran Hermano que ampara la delación moral bajo el anonimato de quienes sueñan por convertir esto en el Gran Casino. Un mundo hipócrita que lamina la libertad de todos. Lo que haga Olvido será lo que deba, ella sabe mejor que nadie qué decisión debe tomar, pero que los asaltantes de su intimidad se cobren el precio de la dignidad de una concejala me produce náuseas.
04 septiembre 2012
PP valenciano: acto de contrición pública
A estas alturas resulta difícil de imaginar que el cóctel recortes masivos de derechos / evidencias de corrupción masiva / incapacidad probada de los gobernantes garantice un tránsito sosegado hacia el futuro en el País Valenciano. El hastío que esa combinación de vectores está generando entre la ciudadanía augura un tiempo de zozobra que puede poner en peligro la convivencia razonable en nuestro país. La escenografía que nos acompaña cada día es escalofriante. La sangría de derechos que a diario está provocando la aplicación de la terapia suicida de la Liquidación coincide aquí con la eclosión de decenas de asuntos miserables protagonizados por los gobernantes de la derecha en su estrategia de saqueo del patrimonio público practicada durante lustros. Una voluntad acreditada de expoliar los recursos que los valencianos y las valencianas hemos puesto a su cargo que invalida cualquier esfuerzo, siquiera sea razonable, para enderezar el rumbo de una nave que hace aguas por doquier. Ante ese panorama, la falta de iniciativa política y de sentido del deber público que exhibe a diario del Gobierno de Fabra no hace más que acelerar el descrédito entre propios y extraños de la Generalitat. Hay mucho por hacer y muy distinto a lo que se está haciendo, pero tengo la certeza de que es imperativo una acción contundente ya. El president y su Gobierno deben comparecer públicamente y pedir perdón ante la ciudadanía por lo que han hecho, ellos y su partido, durante años en esta tierra, un acto de contrición pública por los desmanes, la locura, la indecencia, la soberbia y la torpeza que ha gobernado la Comunidad Valenciana durante los últimos 17 años.
03 septiembre 2012
Las Comunidades Autónomas son el Estado
No somos conscientes, a menudo, de la importancia que tiene el modo en que usamos las palabras. El uso indebido de unos u otros términos para referirnos a la realidad acaba por desvirtuarla estableciendo unos marcos de referencia que la condicionan hasta recrearla. No es esta una cuestión menor y responde a la voluntad, consciente o inconsciente , de consolidar entre la ciudadanía conceptos y percepciones que allanen el desarrollo de determinadas estrategias políticas. Son infinidad los ejemplos. Tal vez uno de los más evidentes sea hoy el caso del Estado autonómico. Durante décadas hemos sido, quienes profesamos convicción autonomista, extremadamente laxos en el uso de las palabras. Hablamos de "Estado" frente a "comunidad autónoma", del Gobierno del Estado, de la Administración del Estado, de las políticas del Estado frente a los poderes autonómicos. Y así hemos creado una realidad distinta a la constitucional que ahora aprovecha la reacción centralizadora para cargar contra la estructura misma del Estado. Las Comunidades Autónomas son también Estado; son la mayor parte del andaniaje institucional de que nos dotamos los españoles tras recuperar la democracia. No existe un Estado de verdad, serio y eficaz, y 17 "estadillos" taifas irresponsables, insolidarios e incapazces. A fuerza de malversar palabras y conceptos hemos acabado por diluir la fuerza transformadora y democratizante de la arquitectura autonómica. Hoy vemos cómo la liquidación del Estado del bienestar busca el amparo de esa percepción dolosa del Estado de las Autonomías. El Estado bueno contra los pseudoestados malos. Y esa no es la realidad. Con seguridad, la solución a muchos de nuestros problemas pasa por avanzar más en el camino abierto en 1978 y construir un Estado realmente federal que corresponsabilice a todos en el devenir común.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)