Rajoy es ya un cadáver político. Él y quienes con él han creado la maquinaria de saqueo y corrupción en que se ha convertido el Partido Popular. Los papeles de Bárcenas, que hoy se asoman a la opinión pública a través de El País, muestran un escenario terrible que inhabilita a esta gente a seguir en la vida pública. Si lo publicado es cierto, si es verdad que Rajoy se benefició durante 11 años del sistema de reparto de sobresueldos de Bárcenas y con él lo más granado del PP el presidente debería presentar la dimisión ya. Su silencio cobarde y cómplice durante las últimas semanas ante lo sabido a través de los medios de comunicación, su indecente actitud ayer ante las preguntas de la oposición en el Congreso, su absoluta falta de cuajo político para dar la cara en momentos tan determinantes como los que vivimos son el estrambote final de una carrera política plagada de engaños y deslealtades. La bomba ha estallado y, tengo la certeza, otras seguirán. ¿Cuál era la auténtica finalidad del decreto que ha permitido a los defraudadores regularizar sus cuentas a coste cero? El liquidador va a ser liquidado. No cabe otra salida que la renuncia al cargo que le confiaron millones de conciudadanos. Y a partir de ahí, que la Justicia haga lo que tenga que hacer.
Mafiosos detenidos en Palermo. Caricatura de Kurzon, para L'Ora, 1901. Wikimedia Commons. Documento en el dominio público. |